Internado dentro de su gravedad permanece Franco Ferrada, el joven que el sábado pasado decidió saltar a la jaula de los leones del Zoológico Metropolitano, debido su trastorno mental el cual, de acuerdo a expertos, corresponde a un “delirio mesiánico”.
La psicóloga de la U. del Pacifico Sandra Inostroza explica que este tipo de psicosis es una perturbación en la percepción de la realidad. “En este momento Franco cree que es Jesús o el enviado, según la carta que dejó”. Este trastorno es un cuadro psicótico grave. Así lo califica la experta, quien señala que es muy probable que al despertar el joven “va corroborar que Dios los salvó. Esa idea él ya la tiene y no va cambiar aunque le expliquen lo que realmente pasó”.
De acuerdo a los cercanos a Franco Ferrada, nunca presentó señales de este tipo de trastorno, algo que a la psicóloga le llama la atención. “Es curioso que este chico a los 20 años no haya tenido un tratamiento o antecedentes, porque en un caso como éste, de un brote tan brusco, siempre hay señales (…) Luego, es en la adolescencia o adultez joven cuando aparecen estas piscosis”. Es por eso que Inostroza, indica que una de las primeras medidas que se deberá tomar será dar un tratamiento siquiátrico al joven. “Lo primero que hay que hacer es medicarlo, quitarle el delirio. Debe ser hospitalizado hasta que pase el brote psicótico y esté estabilizado, para luego insertarlo en su grupo familiar. Ojalá que pueda desarrollar algún trabajo también”, agregando que es posible que pueda llevar una vida normal si se sigue un trabajo con especialistas.
Entre los antecedentes que se conocen de la vida de Franco, se sabe que a los 11 años sufrió la pérdida de su madre, razón por la que se crió en un hogar del Sename. Su padre era alcohólico, algo que podría explicar su trastorno. “Hay estudios que confirman que aquellos sujetos que tienen antecedentes de familiares con trastornos mentales tienen más probabilidad de presentar este tipo de enfermedades. También se postula que habría problemas a nivel cerebral, en los neurotransmisores. Se sabe que hay un componente orgánico en la base de este tipo de trastornos”, concluye Sandra Inostroza. CH H