En el 2016, la jueza Silvana Donoso -quien es hoy duramente criticada por la opinión pública- dejó en libertad a 788 reos, entre ellos a Hugo Bustamante Pérez, el único imputado en el caso de Ámbar Cornejo, quien debía cumplir una pena de 27 años por haber asesinado a su ex pareja y al hijo de 9 años de ella, sin embargo, solo estuvo 11 años preso.
Es preciso destacar que Donoso hizo caso omiso al informe que emitió Gendarmería en aquel momento, donde se estipulaba concretamente que no se debía indultar a Bustamante, también conocido como el «Asesino del Tambor»: «El interno requiere intervención y un mayor período de observación intrapenitenciario, ya que las variables psicosociales determinaron un pronóstico incierto, por lo que no se recomienda otorgar libertad condicional», estableció el análisis.
«Si yo fuera juez y dijera que hay delitos que me repugnan, y frente a esos delitos yo tuviera una especial crueldad para juzgarlo, yo no debería ser juez. Yo no puedo tener preferencia por delitos o tener animadversión por otros», declaró ese mismo año en entrevista con TVN, al ser cuestionada por el criterio que utilizó para otorgar beneficios carcelarios a estos convictos.
Además, dijo que ella no juzga a «un violador», sino que a «alguien que en algún momento de su vida cometió una conducta que para el derecho penal se tipifica como violación». Aquí resulta prudente recordar que, además de ministra de la Corte de Apelaciones, Donoso es presidenta de la Mesa de Género de la Jurisdicción de Valparaíso. CHH
