Durante la jornada de este viernes 21 de marzo, los habitantes de la comuna de Lampa protestaron contra los tacos, principalmente en las zonas cercanas a Larapinta, Sol de Septiembre, Las Higueras y sectores cercanos, debido a la situación vial que atraviesa la comuna.
Los habitantes denuncian que no han sido escuchados por las autoridades pertinentes de la comuna, debido al taco y a la gran congestión vehicular que afecta las vías de acceso y salida del territorio, generando atochamiento y un gran bullicio por las bocinas de los automovilistas.
Además, se ha provocado un aumento en los accidentes de tránsito en las arterias viales de la comuna, debido a la imprudencia de algunos conductores y la circulación por sectores que no están habilitados para esto, como ciclovías, veredas o bermas. Esta situación se hace más común en las calles Cacique Colin y la Ruta G-16 (Lo Echevers), lo que ha dejado a los vecinos sin posibilidades de movilizarse de forma segura.
Coordinación entre el MOP – Municipio – Delegación
La situación afecta a todos los residentes cercanos a Lampa Centro, especialmente a la clase trabajadora y a los estudiantes de enseñanza media y universitaria de la comuna, quienes denuncian que han sido hostigados y agredidos por los chóferes de la locomoción colectiva.
Anteriormente, el seremi de Obras Públicas, Robinson Valdebenito, se había reunido con el alcalde de Lampa, Jonathan Opazo y el delegado presidencial para la provincia de Chacabuco, Andrés Hidalgo, para discutir los avances del proyecto de conservación de Lo Echevers, el que sería desarrollado por la dirección de vialidad regional del ministerio de Obras Públicas.
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La protesta de los vecinos responde al desorden vial y constantes tacos que se mantiene en la comuna, debido a que pueden tomar cerca de tres horas en un tramo de cuatro kilómetros, lo que ha provocado que algunos salgan antes de las seis de la madrugada debido a la congestión, atochamiento y a la falta de equipos que puedan fiscalizar y dirigir el tránsito.
La situación que parece afectar a las zonas periféricas alrededor del Gran Santiago, principalmente a la provincia de Chacabuco y a la zona sur de la capital chilena, ha perjudicado a los habitantes de las comunas y a aquellos que llegaron buscando un espacio para aumentar su calidad de vida, encontrándose con esta situación cada mañana al salir hacia sus trabajos o lugares de estudio.
