Como a mediados de julio los casos de Covid-19 comenzaron a descender significativamente y durante tres meses se mantuvieron cifras bajas, el sistema de salud y red de apoyo hacia los hospitales y clínicas desarmaron algunas unidades criticas, como así mismo las residencias sanitarias y los hoteles.
«Ese mes se lanzó el programa de Control de Aislamiento Domiciliario (CAD), incentivando y educando a la población para realizar aislamientos seguros y efectivos en domicilios y dejando a las residencias sanitarias para las personas que realmente no cuenten con las condiciones para aislarse en su casa», aseguró Camila Gotelli, encargada nacional del programa Residencias Sanitarias.
No obstante, frente a la nueva alza de contagios hay cuatro regiones del país que tienen los espacios saturados, como es el caso de Ñuble, La Araucanía, Maule y Biobío.
Según el último informe del Ministerio de Salud (Minsal), mientras las regiones de La Araucanía y Maule, tienen una ocupación que supera el 90%, Ñuble y Biobío no tienen plazas disponibles.
«Diariamente se monitoriza la ocupación de las residencias sanitarias y se evalúa la necesidad de habilitar nuevas, según corresponda a la situación epidemiológica de cada región», aseguró Gotelli.
Miguel O’Ryan, infectólogo de la Universidad de Chile, explica que “va bajando la necesidad de las residencias en la medida que las personas están vacunadas, pues disminuye el riesgo y podría favorecer en la posibilidad de que la persona haga el aislamiento en su casa». CHH
