Hace 7 años, se publicó la Ley Ricarte Soto, la que garantiza el diagnóstico y tratamiento de 27 enfermedades de alto costo, para usuarios de todos los sistemas previsionales que operan en Chile (Fonasa, Isapre, Dipreca o Capredena), sin distinción de su situación económica.
De acuerdo a los datos de la Superintendencia de Salud, hasta diciembre del 2021, 37.840 personas han hecho uso de este beneficio.
Esta ley, que lleva el nombre del periodista que falleció en 2013, nació luego de que el ex rostro de la TV convocó a una “marcha por los enfermos”, antes de morir, debido al descontento popular por el alto costo de los medicamentos y tratamientos médicos.
De esa forma, la norma fue instaurada para ayudar a miles de familias a financiar tratamientos de distintas enfermedades.
A pesar del importante aporte económico que significó la implementación de la Ley Ricarte Soto en la vida de miles de personas, existen muchos otros pacientes obligados a asumir los costos de sus tratamientos.
Peor aún, no pueden tratarse, ya que las patologías que los aquejan no han podido ser incluidas dentro de los estatutos producto de una serie de distintos factores.
“Existen otras condiciones reumatológicas que también requieren -en muchos pacientes- terapias de alto costo que no están contempladas actualmente. Para ellos, uno quisiera una oportunidad de tratamiento”, comentó la directiva de la Sociedad Chilena de Reumatología (Sochire), según sostiene Radio Bío Bío.
De todas formas, son 24.900 mujeres y 12.940 hombres beneficiados hasta ahora, siendo los niños y niñas de 0 a 9 años quienes más casos suman (12.680).
Los tratamientos más demandados son los derivados del Virus Sincicial Respiratorio (11.188), la Artritis Reumatoide Refractaria (7.404) y el cáncer de mamas (6.562 casos). En tanto, el menos utilizado es por Mucopolisacaridosis VI (10 casos). CHH