Roberto Campos fue liberado durante la jornada del lunes 23 de diciembre. El profesor encarcelado por el Gobierno, tras ser acusado de contribuir en la destrucción al Metro, estuvo 50 días en la prisión de máxima seguridad de Santiago, debido a que fue sancionado por vulnerar la Ley de Seguridad del Estado.
Según señalan los antecedentes del caso, Campos fue imputado por causar daños en los torniquetes de la Estación de Metro San Joaquín. Sin embargo, fue liberado tras la orden de la Corte de Apelaciones de San Miguel.
Tras su salida, el profesor catalogó su experiencia como «espantosa». Además, precisó: «Este lugar no se lo deseo a nadie. Ni siquiera al asesino que mató a mí padre cuando yo tenía cinco años. Ni siquiera a él le deseo tantos días de presidio, porque este lugar es asqueroso».
Asimismo, indicó: “Un chivo expiatorio, eso fui. Porque este castigo fue desproporcionado. Estaba el 88% del día encerrado. Fui tratado igual que los demás, quizás con cierta empatía, porque los funcionarios saben que no soy un delincuente”. También, enfatizó en que la sanción que se le dio fue “desproporcionada”.
La Justicia estableció que, tras su liberación, Campos tendrá arraigo nocturno y firma mensual. CHH
