Un reconocido francotirador canadiense, con experiencia en Afganistán e Irak, se unió a las fuerzas ucranianas para combatir la ofensiva rusa en Ucrania.
«Quiero ayudarles. Es tan simple como eso”, explicó «Wali», apodo de guerra que recibió en Afganistán, tras cruzar la frontera desde Polonia a inicios de marzo.
Según explicó a la cadena canadiense CBC, llegó junto a tres ex soldados y el grupo fue recibido con gran afecto por las fuerzas locales. «Estaban muy contentos de tenernos», dijo Wali, quien prefirió no identificarse con su nombre por temor a represalias contra su familia.
Desde antes de estar en Ucrania, quedó impactado cuando vio el inmenso flujo de refugiados que salían del país. «Tengo que ayudar porque aquí hay gente que está siendo bombardeada solo porque quiere ser europea y no rusa», comentó.
Aunque no lo nombró, el francotirador, «en cierta forma», está respondiendo al llamado que hizo el Presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, a fines de febrero, cuando indicó que «todos los extranjeros que deseen unirse a la resistencia contra los ocupantes rusos y proteger la seguridad internacional están invitados por el gobierno ucraniano a venir a nuestro territorio para unirse a las filas de nuestras fuerzas territoriales”.
Según explicó Wali, hay varios grupos informales de antiguos soldados que han estado respondiendo a las convocatorias. Aunque Canadá desaconseja viajar a la zona, no se opone a que sus ciudadanos se unan a las filas para enfrentar a Rusia.
A sus 40 años, «Wali» afirma que no dudó mucho en viajar, pese a que su vida cambió desde las campañas que realizó en Medio Oriente.
«Es terrible. Pero en mi cabeza, cuando veo las imágenes de destrucción en Ucrania, veo a mi hijo en peligro y sufriendo. Cuando veo un edificio destruido, veo a la persona que lo posee, que ve cómo se esfuma su fondo de pensiones. Voy por razones humanitarias”, explicó el francotirador al portal La Presse.
En sus primeras horas sobre el terreno, indicó que se estaban abasteciendo de aceite y combustible para armar bombas molotov y comprando drones para mejorar la vigilancia.
«Wali» también es consciente de los riesgos, y no necesariamente el de morir, sino también de otras situaciones como caer prisionero de guerra. «Sé que puedo convertirme en moneda de cambio», indicó.
El historial militar de «Wali» incluye una formación en el 22° Regimiento Real Canadiense y ha estado en combate en diversas guerras.
Se le consigna el asesinato de uno de los combatientes del grupo ISIS con una distancia de 3.450 metros, en 2017. CHH
