Foto: Chicureo Hoy
Soledad acaba de llegar exhausta de trabajar de 9 a 6 en Santiago. Entre salir en la hora peak el taco y manejar los más de 25 kilómetros que separan la capital de Chicureo, Soledad, madre de cuatro hijos, llega a las 7 p.m. a su casa.
Quiere estar con sus niños, que se van a acostar a las 8:30 porque tienen colegio al otro día, pero la asesora del hogar le avisa que no tiene detergente para lavar la ropa que deben ponerse los niños mañana para ir a clases.
Ir al supermercado significa perder, a esas horas de la tarde tan solicitadas, al menos una hora más de su día. ¿Por un solo producto?
En otras épocas de la historia, o incluso, hace tan solo unos años, Soledad tendría que haber partido a hacerse un espacio en la fila de algún supermercado para comprar un simple polvo para lavar la ropa. Hoy, con las innovaciones tecnológicas, esa necesidad está cubierta.
Ahorrar tiempo: eso es lo que busca la famosa aplicación de Cornershop, una plataforma que permite hacer las compras online, y un personal shopper (un comprador personal para ti), estará en tiempo real escogiendo los mejores productos para llenar tu carro y entregártelo en las puertas de tu casa.
“Experto en elegir paltas” se lee en algunas poleras de Cornershop. El marketing de la marca se enfoca en apaciguar las preocupaciones de cualquier persona que acude frecuentemente a hacer las compras del mes: “es que me gusta elegir la mejor fruta y los mejores productos” ha dicho Soledad Sotomayor muchas veces antes de probar Cornershop. Por cierto, Soledad no es un personaje ficticio.
¿La marca de detergente que le gusta está agotada? Tu personal shopper te llamará al celular para darte a escoger otras opciones.
Según conversó Chicureo Hoy con Raimundo Landaeta (@raimundolandaeta), joven de 23 años que lleva más de un año trabajando para la aplicación, es menester llamar a la persona por si necesita algo más. Hay cosas que personas como Soledad, usuaria frecuente del supermercado, sabe que hay y que no aparecen en la aplicación, pero que se encuentran disponibles en tienda.
“Agrega tallarines de arroz”, podría decirle Soledad cuando Raimundo vaya a comprar el detergente, aprovechando de comprar algo que no es estrictamente necesario para su hogar, pero que podría serle potencialmente útil para una comida extravagante. Hacia el final del llamado telefónico que hace Raimundo al iniciar su paseo por el supermercado, Soledad ya agregó otras cuatro cosas que podrían faltar en su casa, lo que le conviene a ella, a Cornershop y, claro, a Raimundo.
Conoce el otro lado: Raimundo y los personal shoppers en Chicureo
“Necesitaba ahorrar” es la respuesta de Raimundo cuando se le pregunta por qué se decidió por Cornershop como fuente de ingreso. También es la respuesta de otros jóvenes, como Hugo Pumarino (24, estudiante universitario), quien afirma que “partí trabajando para juntar plata y tener una pega en donde no se me exigiera mucho, y que cuando tuviese tiempo usarlo en algo útil”. Otros, responden que por la necesidad de dinero mientras buscan un trabajo, como es el caso de Juan Pablo Rosas (26, egresado).
En el caso de Raimundo, es aún más específico: es su medio para conseguir un fin.
“Me salí de la U y necesitaba ahorrar para otra proyección”. Landaeta quiere convertirse en un paracaidista profesional, para lo cual necesitaba saltar una cierta cantidad de veces desde el avión. All you can jump es un curso de 8.800 dólares en Huston, Texas, donde podría conseguir su objetivo laboral. “Cornershop me ayudó a conseguir los 8.800 dólares para el curso y a comprarme mi primer equipo de paracaidismo”, el cual tenía ciertamente un costo altísimo. El 17 de abril viajaría para completar los 500 saltos que requiere para ser instructor. “Calculo que en un mes saltaría 100 veces. Es más conveniente saltar con All you can jump que aisladamente en Chile (30 lucas un salto)”.
Cornershop como fuente de ingresos es bastante impresionante: Raimundo asegura que llegó a ganar 1.2 millones de pesos al mes, trabajando de lunes a viernes de 8am a 8pm (con break de almuerzo) y algunas horas del fin de semana. De esos 1.2 millones, estima que 1 millón sería el líquido, considerando que viaja aproximadamente 160 kilómetros diarios.
“Yo pensaba que sí se podía vivir de Cornershop, habían mamás y papás que trabajaban principalmente de esto, pero diciembre se llenó de shoppers y los pedidos no son tantos como era antes”.
Soledad asegura que, últimamente, cuando va de compras, hay una gran cantidad de shoppers sentados fuera del recinto, esperando a que salga un pedido.
“Están todos muy angustiados porque se masificó la oferta. Pasó algo parecido a Uber: entraron muchos y no hay tanta demanda. En vez de 10 pedidos [al día] puedes estar horas sin que te lleguen pedidos. 5, 4 ,3 pedidos al día. 25 lucas en vez de 60 por los 10 pedidos de corrido” constata Raimundo, haciendo los cálculos correspondientes. Asegura que durante estos meses se ha ganado la mitad de lo que solía ganar por la misma cantidad de horas.
Él no se nota preocupado. Como él afirma, “No quiero trabajar toda mi vida en cornershop. Lo usé para ahorrar para mi tema del paracaidismo, y quiero dedicarme nada más que a eso” asegurando que la App le ha servido mucho. Lo mismo dijo Hugo Pumarino: “No me proyecto trabajando ahí, es solo una forma transitoria de ganar plata” destacando, asimismo, la buena experiencia y “buenas las lucas también”. Pero la angustia la tienen otros grupos etarios.
La diversidad de rangos de edad los personas shoppers
“Hay de todas las edades, desde niños de cuarto medio (tienen que tener 18 años y una licencia de manejar) hasta gente de tercera edad” afirma Landaeta desde su experiencia con otros shoppers. “Y lo hacen porque son su principal fuente de ingreso en los hogares y otros por ahorrar para la vida o vacaciones” añade.
La diversidad de grupos etarios realizando esta labor es amplísima: de 18 hasta 60 años.
Y es que cualquiera puede comprar en el supermercado y hacer un delivery, sobre todo quienes tienen más experiencia en eso: los adultos de tercera edad.
Ahora bien, la única limitante es que “A veces algunos más adultos quedan más obsoletos porque se aplica mucho la tecnología”. Por esto, es más usual ver shoppers entre los 20 y 35 años. Raimundo asegura que hay muchos en sus treinta. “Se necesita mucha fuerza aparte. He tenido que llevar pedidos de más de 120 kg y hay que dejarlo en la cocina, dentro de la casa o departamento” señala. Muchas veces ocurre que piden “miles de cajas de leches y aguas” dice Raimundo, pero lo bueno es que “nos pagan por peso”, además de por producto de marca y otras variables e incentivos.
Otro beneficio que puede interesarle a los adultos es el pago: todos los miércoles depositan lo que se trabajó de lunes a domingo.
¿Existen contras?
Cornershop no cubre gastos de choque, desgaste del auto como bencina, kilometraje o aceite. Sí cubre que se le rompa un producto al shopper.
Para el cliente, como se paga con tarjeta de crédito, pierde pagando con tarjeta del supermercado, pero sí puede hacer dictar el RUT en caja al personal shopper cuando esté en caja: “solo me debe dejar la instrucción y el número” dice Raimundo Landaeta.
En suma, el trabajador de Cornershop se muestra grato con la empresa: “Es un trabajo entretenido lo encuentro como un juego … no tienes un jefe que te esté observando, solo tienes que llamar al cliente para coordinar los productos”. Raimundo asegura que es un trabajo dinámico y, dentro de todo, fácil. “Pero el tiempo es oro: si no estás conectado puedes perder muchas lucas”. CHH