El Ministerio Público de Brasil anunció la apertura de una investigación por la muerte de una decena de miembros de una tribu aislada ubicada en el lugar conocido como Frontera Aislada de la Amazonía, y que apunta como responsables a un grupo de mineros ilegales.
El mayor número de víctimas registradas se encuentras niños y mujeres, según un trabajador de la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai). Esta masacre sin piedad, habría ocurrido el mes pasado (agosto 2017) por alrededores de la reserva Vale do Javari, que se encuentra junto a la rivera de Jandiatuba.
Según la ONG Survival, responsables en dar a conocer esta denuncia, sostienen que de confirmarse (la matanza), significaría que hasta una quinta parte de la casta entera pudo haber sido exterminada.
Asimismo, esta institución informó que tuvo conocimiento de los hechos debido a que los presuntos responsables habrían paseado por todo el pueblo (próximo a donde se sitúa la tribu) mostrando como ‘trofeos’ el crimen que cometieron.
Survival criticó al gobierno brasileño, debido a que el presupuesto destinado para vigilar estos territorios (de estirpes no contactadas) se haya reducido este año, lo cual obligó a cerrar varias bases de protección.
“El presidente de Brasil Michael Temer y su Gobierno tienen una gran responsabilidad por este ataque genocida. Son extremadamente anti indígenas y posee lazos fuertes con la poderosa bancada rural»”, denunció el director de Survival Internacional, Stephen Corry.
Finalmente, Corry lamentó que las autoridades brasileñas hayan dejado a decenas de tribus aisladas sin defensa contra miles de invasores -mineros, hacendados, madereros- que están desesperados por robar sus tierras.