La Subsecretaría de Pesca informó que las salmoneras tendrán mayores exigencias para el desarrollo de su actividad productiva, con el fin de prevenir hundimiento de estructuras y fuga de peces, como la ocurrida hace unas semanas en la región de Los Lagos.
Estas mayores exigencias estaban siendo trabajadas desde hace unos meses, sin embargo, la fuga de salmones que afectó a una empresa, en el seno de Reloncaví, aceleró su promulgación. “Evidentemente, este episodio ha acelerado el trabajo que hemos realizado y nos encontramos hoy día, en condiciones de actualizar y publicar esta nueva reglamentación”, comentó el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya.
El nuevo reglamento considera una metodología relacionada con la medición de los distintos elementos que puedan impactar sobre las jaulas de cultivo, como las corrientes, los vientos y las olas. También determina fórmulas de cálculo y coeficientes de seguridad que deben aplicarse en la determinación de la cantidad y dimensiones de los anclajes de las estructuras y establece requisitos para garantizar la vida útil de las jaulas y las redes de cultivo.
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, explicó que con esta nueva normativa se podrá garantizar que la actividad salmonicultura sea más segura y también sea medioambientalmente sustentable. “De esta manera, podremos garantizar, creo yo, la producción y el empleo. Particularmente, en situaciones tan complejas como la de la pandemia, es nuestro deber actualizarla y estar a la vanguardia en estas materias”, comentó Zelaya.
La fuga de salmones de la empresa Blumar se produjo el pasado 28 de junio, tras un fuerte temporal y afectó a 16 de 18 jaulas, que albergaban a poco más de 800 mil salmones.
En relación con este reciente hundimiento, los Doctores Gonzalo Tampier y Dr. Cristian Cifuentes, del Instituto de Ciencias Navales y Marítimas de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Austral de Chile, señalaron que este hecho “hace más evidente que nunca la urgente necesidad de crear un marco normativo que regule el diseño, la instalación, mantención y desmantelamiento de estos sistemas, a fin de reducir el riesgo de estas operaciones en las complejas condiciones ambientales y operacionales de la zona sur-austral de nuestro país (…) En Chile, la regulación de estas estructuras denominadas balsas-jaula, sigue en un estado mínimo de desarrollo y ninguna de las regulaciones existentes establece, por ejemplo, las condiciones mínimas de flotación, las características mecánicas requeridas en sus estructuras y sistemas de fondeo o los profesionales habilitados para desarrollar estos proyectos de ingeniería”. CHH
