Durante la mañana de este miércoles Meghan Markle, esposa del Príncipe Harry, reveló que sufrió de un aborto espontáneo en julio, lo que significó la pérdida del segundo hijo del matrimonio.
Según consignó New York Times, la duquesa de Sussex dijo haber sentido un «calambre agudo» mientras le cambiaba el pañal a su hijo Archie en su hogar en Los Angeles.
Relató que «me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, y la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien».
De acuerdo a la duquesa, ella «sabía que mientras sostenía a mi primogénito estaba perdiendo al segundo».
En tanto, indicó que «horas después, estaba acostada en una cama de hospital junto a la mano de mi esposo».
«Besé su mano, que estaba empapada por nuestras lágrimas, y mis ojos se pusieron vidriosos. Traté de imaginarme cómo nos íbamos a curar de este momento», manifestó Markle.
«Perder un hijo significa cargar con un dolor casi insoportable, experimentado por muchos pero del que pocos hablan. En el dolor de nuestra pérdida, mi esposo y yo descubrimos que en una habitación de 100 mujeres, de 10 a 20 habrían sufrido un aborto espontáneo», detalló la duquesa.
«Sin embargo, a pesar de la asombrosa coincidencia de este dolor, la conversación sigue siendo un tabú, plagada de vergüenza (injustificada) y perpetuando un ciclo de duelo solitario», finalizó en su carta enviada al New York Times. CHH
