El pasado 31 de enero tres italianos desaparecieron en el estado mexicano de Jalisco, lo que conllevó a una intensa búsqueda de sus familiares y las autoridades para dar con ellos.
Sin embargo, este martes se dio a conocer que Antonio Russo, su hijo, Raffaele Russo, y su sobrino, Vincenzo Cimmino, habían sido vendidos por policías al crimen organizado por 1.000 pesos (53,3 dólares).
Francesco Russo, hijo de Raffaele, señaló que un hombre conocido como don Ángel habría recibido a los italianos y pagado por su “venta” a las policías del municipio de Tecalitlán.
“(Don Ángel) es el nombre que salió en la audiencia donde los policías confesaron que recibieron los 1.000 pesos”, afirmó Francesco, quien indicó desconocer si el hombre era integrante del grupo criminal.
Tras confesar el delito, cuatro policías fueron detenidos. No obstante, aún no se logra dar con el paradero de los italianos. Es por esta razón que Francesco, por medio de un comunicado, pide a las autoridades acelerar la búsqueda: “les pido con todo corazón que le den seguimiento a las investigaciones por una pronta localización de nuestros familiares. Queremos que ellos regresen a Italia vivos o muertos”.
Junto con esto, solicita que se detenga al director de la policía de Tecalitlán, Hugo Enrique Martínez, quien se encuentra prófugo desde la semana pasada, y a Hilario Farías Mejía, comandante que se permanecía de turno la tarde del 31 de enero. CHH
