Con las manos en alto, funcionarias del Banco Estado de Linares eran guiadas por Carabineros. Mientras algunas lloraban, obedecían las ordenes que el personal policial les indicaba.
Ninguna sabía que lo que ocurría no era real. Un simulacro de robo con intimidación había sido planeado por Carabineros junto al jefe de Operaciones del banco.
Trabajadoras de la sucursal, evidentemente afectadas, precisaban a los medios de comunicación que frente al desconocimiento de la actividad, muchas empleadas entraron en pánico. Afirmaron que fueron amenazadas de muerte con lo que ellas pensaban eran armas de fuego. Incluso, señalaron que una ejecutiva del banco se escondió en un baño.
Tras el cuestionado simulacro, la mayoría de las funcionarias afectadas se encuentra con licencia médica psiquiátrica.
Asimismo, un grupo de trabajadoras interpuso una querella criminal contra quienes resulten responsables. Su abogado, Hugo Veloso, insiste en que el hecho se relaciona con un «delito de secuestro», porque «fueron retenidas contra su voluntad por cerca de una hora y media bajo amenazas de muerte y lesiones».
Al respecto, con el propósito de aclarar la situación, el coronel Roberto Machuca, prefecto de Carabineros de Linares, señaló que la institución, previamente, había coordinado el simulacro con el jefe de Operaciones del banco. Además, recalcó que habían acordado que éste les avisaría a los empleados «con la debida antelación» sobre la actividad.
Desde el Banco Estado, emitieron un comunicado donde afirmaron que «ninguna autoridad del banco, salvo el agente y jefe de Operaciones de la sucursal, tenían conocimiento de la actividad». Por ello, indicaron que comenzarán una investigación para aclarar los hechos. CHH
