A través de redes sociales, Edward Pizarro agradeció a Nicolás Soto, bombero fallecido tras sufrir un accidente mientras combatía los incendios forestales del sur, el haber manifestado en vida su interés por ser donante de órganos.
El agradecimiento de Edward fue realizado luego de que su hija de 4 años recibiera uno de los riñones de Nicolás.
«Un abrazo y beso al cielo, donde quiera que estés Nicolás Soto», manifestó el padre de la niña, quien fue operada el mismo día de su cumpleaños.
Este sería el segundo caso conocido en el que dos niños fueron trasplantados gracias a que la familia del bombero accedió a respetar su decisión de ser donante. El primero menor en recibir un riñón de Nicolás fue Agustín Cortez, niño de Talcahuano que está internado en el hospital Luis Calvo Mackenna. CHH