Producto del cambio climático, Europa ha estado viviendo el período de más calor en el verano europeo, amenazando la vida de las personas, animales y también el estado de las vías ferroviarias.
Los técnicos del transporte público francés temen lo peor: que el calor deforme el fierro al punto de convertirlo en “chicle” si las temperaturas sobrepasan los 45 grados.
Es por esto que en Francia, el servicio de trenes Thalys canceló sus ventas entre París y Bruselas como una precaución.
Mientras no se alcance la temperatura temida, los agentes ferroviarios están realizando turnos de vigilancia en las zonas sensibles donde los rieles puedan dilatarse. Los mantenimientos alcanzados en las durmientes o traviesas de las vías han evitado deformaciones por el momento, también las barreras de contención.
Otras medidas de precaución que algunos países han tomado frente a las altas temperaturas es pintar los rieles de color blanco. Estudios han demostrado que pintar los rieles de color blanco puede reducir entre 5 y 8 grados el calentamiento de la vía ferroviaria. CHH