A días de que Francisco aterrice en Chile, su visita sigue causando conmoción nacional. Esta vez, no se trata de los preparativos de su encuentro con los chilenos, sino de la carta que la agencia de noticias Associated Press (AP) reveló que el sumo pontífice escribió al Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, refiriéndose a un hecho que involucraría a obispos chilenos.
Según la epístola fechada el 31 de enero 2015, el Papa Francisco estaba al tanto de lo que ocurría con Juan Barros, obispo de Osorno, culpado por los vecinos del sector de encubrir a Fernando Karadima, sacerdote acusado de presuntos abusos sexuales.
En la carta se especificarían las medidas que el Vaticano estaba planteando para enfrentarse a la situación. Francisco especificaba al Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, que el nuncio apostólico Ivo Scapolo había considerado pedir la renuncia de Barros en el año 2014, exigiéndole al entonces capellán de la Iglesia tomar un periodo sabático. También, Scapolo exigiría la renuncia de dos sacerdotes cómplices de Karadima.
“Muchas gracias por manifestar abiertamente la inquietud que en estos momentos tienen respecto al nombramiento del Monseñor Juan Barros Madrid (…) Comprendo lo que me dicen y soy consciente de que la situación de la Iglesia es difícil debido a todas las pruebas que han tenido que soportar”, escribió el Papa en la misiva.
Sin embargo, el plan del papa falló cuando Ivo Scapolo le comentó a Barros las medidas que las autoridades de la Iglesia estaban planeando contra él y los dos sacerdotes involucrados en el caso Karadima. Hecho que provocó que no se pudiese realizar el plan propuesto por el Vaticano. “Como ustedes podrán comprender, este comentario del Sr. Nuncio complicó y bloqueó todo eventual camino ulterior en sentido de ofrecer un año sabático”, aseguró Francisco en el texto.
Cabe señalar que, en el año 2015, el Papa Francisco apoyó al Obispo Juan Barros y lo defendió ante los cuestionamientos. “Osorno sufre sí, por tonta, porque no abre su corazón a lo que Dios dice y se deja llevar por las macanas que dice toda esa gente (…) Yo soy el primero en juzgar y castigar a alguien con acusaciones de ese tipo, pero en este caso ni una prueba, al contrario, de corazón se los digo”, afirmaba el líder de la Iglesia Católica en ese año. CHH
