Durante su viaje desde Italia a Chile, Francisco compartió con los periodistas que venían junto a él en el avión. En las más de 15 horas de vuelo, el Papa se dio el tiempo de conversar personalmente con cada uno de ellos. Incluso, el sumo pontífice conversó sobre los conflictos mundiales que le preocupan.
El Papa expresó su miedo a la guerra entregándoles una fotografía emblemática de las consecuencias de la bomba de Nagasaki. “Esta imagen la tomó el fotógrafo estadounidense Joseph Roger O´Donnell después del bombardeo atómico a Nagasaki en 1945. La tristeza del niño solo se expresa en sus labios mordidos y rezumados de sangre”, afirmó el líder de la Iglesia Católica. Asimismo, agregó: “Pensé imprimirla y regalarla, porque una imagen como esta conmueve más que mil palabras”.
Esta imagen también fue compartida por el Vaticano al finalizar el año 2017. El Papa Francisco quiso regalarla a los periodistas que lo acompañaban para manifestar su preocupación por el conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte. CHH