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Prisión preventiva para carabineros acusados de montaje y homicidio frustrado

Dos uniformados fueron formalizados por encubrir y obstruir a la justicia, luego que uno de ellos disparara a un joven en la cabeza.

El pasado viernes se decretó prisión preventiva para dos excarabineros involucrados en la investigación del caso de homicidio frustrado y obstrucción a la justicia luego que uno de ellos le disparara en la cabeza a un joven en Recoleta. El abogado de la víctima, Nicolás Pavez, conversó con Chicureo Hoy sobre cómo ocurrieron los hechos, que en un principio fueron ocultados por funcionarios de la institución.

Según informó Ciper, el suceso ocurrió el 19 de abril en Cerro Blanco, cuando los carabineros Jorge Ulloa (27) y Paulo Del Campo (26) junto a dos mujeres se reunieron para consumir alcohol. En el mismo lugar estaba un grupo de jóvenes, con quienes iniciaron una riña al encontrarse a la salida del cerro. Fue en este momento que el cabo Ulloa disparó en la cabeza – y a menos de dos metros de distancia- a Yefri Figueroa, joven peruano de 20 años.

Tras esto, Del Campo se fue del lugar junto a las dos mujeres en su vehículo, mientras Ulloa llamó a sus colegas de la 6º Comisaría de Recoleta, a quienes explicó que sufrió un intento de asalto por parte de un grupo cuando se trasladaba desde la casa de una amiga.

La investigación del hecho fue realizada por personal de la Sección de Investigación Policial de Carabineros (SIP) de la 6º Comisaría de Recoleta, misma en la que Ulloa desempeñaba sus labores policiales. A la vista del abogado Pavez esto es un hecho grave, ya que «si hay involucrado algún carabinero, lo adecuado es que concurra la PDI, pero aquí nadie ve el conflicto de interés, y eso yo creo que es súper delicado».

El carabinero encargado de la investigación, Roberto López de la mencionada comisaría, no incluyó las declaraciones de los guardias ni la de los acompañantes de la víctima como parte de la indagatoria.

Debido al disparo que recibió, Yefri Figueroa, fue trasladado al Hospital San José, donde quedó en calidad de detenido tras la denuncia por robo con intimidación que efectuó Ulloa, quien ese mismo día fue dado de baja junto a Del Campo por “mala conducta”: transitar de civil en horario de toque de queda, ebrio y haber hecho uso de su arma en la vía pública. Pavez asegura que este también es un hecho que denota la gravedad del asunto, ya que “el problema no se soluciona dando a un carabinero de baja. Cuando tienes a toda una comisaría al servicio para encubrir a uno es porque hay un problema más grande”, indicó.

La defensa de la familia de Yefri presentó una querella, por lo que el caso pasó a ser indagado por la PDI. Gracias a esto, y mediante escuchas telefónicas y testimonios de los testigos, se descubrieron incongruencias en el relato de los uniformados, y se determinó que no había ocurrido el asalto. El defensor detalló que incluso uno de ellos llegó hasta el domicilio de una de las mujeres testigo, para entregarle una declaración escrita sobre lo que tenía que decir respecto a lo ocurrido.

A raíz de las indagatorias del Ministerio Público se pudo determinar la inocencia de Figueroa, y quedó al descubierto el intento de manipulación de los hechos por parte de los funcionarios. El abogado defensor aseguró que, ya que durante el último tiempo han ocurrido diversos montajes y ocultamientos por parte de la institución, “este no es un caso aislado, y denota un complejo problema con la policía”.

Actualmente Yefri se encuentra estable y fue dado de alta tras estar 50 días en la UTI. Sin embargo, se encuentra postrado y con movilidad parcial de brazos y piernas. Pavez argumenta que de no haberse esclarecido la verdad de lo ocurrido, el joven habría sido sentenciado con “cinco años y un día por robo con intimidación, por eso el tema es tan delicado”.

Los carabineros Ulloa y Del Campo fueron formalizados por homicidio frustrado y obstrucción a la justicia, el primero como autor y el segundo en calidad de encubridor. Ambos quedaron en prisión preventiva. Mientras, los uniformados Rodrigo Palena y Roberto López fueron sentenciados con arresto domiciliario nocturno tras ser acusados por obstrucción a la justicia, ya que también estaban al tanto de la mentira.

Por último, el abogado detalló que ante una posible apelación por parte de los acusados, desde la defensa pedirán que se mantenga la medida de prisión preventiva. Además, señala que “hay formalizados dos carabineros por obstrucción a la justicia, pero nosotros como querellantes creemos que debiesen haber más”. CHH