Sin duda el quedarse sin frenos debe ser uno de los temores más grandes de cualquier automovilista. Pero, ¿cómo actuar en una situación así?
Para Nicolás Aguayo, experto en Seguridad de León, Servicio Automotriz «lo primero y más difícil es tratar de mantener la calma. Además, dependiendo de la transmisión del vehículo, lo aconsejable es ir reduciendo las marchas para poder frenar a través del motor».
En relación al freno de manos, Nicolás explica que «nunca accionarlo de manera brusca ya que se puede perder aún más el control del vehículo, por lo que hay que hacerlo de manera suave y progresiva».
Otra posibilidad es que el pedal está suave y se hunda, en ese caso, «es posible que tenga un bajo líquido de freno o cilindro defectuoso, en ese sentido, una de las soluciones es intentar dar más presión, frenando varias veces o lo que se conoce como bombear el pedal». Por otro lado, «si el pedal esta duro y no se mueve puede tener una falla en el circuito de frenos o puede haber una obstrucción bajo el pedal; acá es mejor tratar de sentir con el pie-o pedir a un acompañante que vea- si hay algo debajo que lo obstruya», agregó el experto.
Por último, nunca se debe apagar el motor ya que de ese modo lo único que se conseguirá es perder por completo el control sobre el vehículo y si todo lo anterior no resulta, algunos expertos han aconsejado frenar el vehículo chocando o haciendo fricción con algún muro o valla de seguridad en la vía. Esto obviamente representa la última opción y constituye un peligro inminente.
Lo mejor es prevenir y asegurarse de mantener el auto con las revisiones correspondientes, con eso no sólo cuidarás tú vida sino también la de los demás. CH H