Por Lorena Olivares, periodista Chicureo Hoy.
Son las 4 de la tarde del martes 23 de mayo y como ya es costumbre, el equipo de Radio Nueva Terapia llega puntual al Colegio Sembrador, lugar en donde una vez por semana transmiten sus dos programas, Psiquiatricool y Sueños de Colina. Cada uno, con una hora de duración, tienen un factor en común: la inclusión.
Ya instalados en el locutorio de la Radio Sembrador (90.1 FM), los integrantes se preparan para sus programas. Desde las 16.00 a 17:00 es el turno de Pisquiatricool, espacio en donde se aborda contingencia y también se conversa sobre enfermedades mentales. Luego le sigue Sueños de Colina, espacio radial que entrevista a personas que han logrado salir adelante con su discapacidad.
Desde 2014 el proyecto Radio Nueva Terapia funciona en la comuna de Colina, gracias al apoyo de la Corporación Municipal de Desarrollo Social de la comuna, y hasta la fecha ha permitido que personas con distintos grados de discapacidad (mental y física) puedan participar de un espacio que les permite desenvolverse y expresar su opinión.
Constanza Román es una de las coordinadoras de este proyecto, en el 2013 ingresó al programa inclusivo y desde entonces ha venido trabajando en este tipo de talleres. La periodista de profesión explica que el objetivo de esta instancia es “facilitar las herramientas comunicacionales para que las personas participantes puedan usarlas en su vida cotidiana y en el espacio radial”. En un principio el taller estaba dirigido a personas con problemas de salud mental pero con el tiempo se amplió. “Actualmente hemos abierto el taller a personas con otro tipo de diagnósticos. Si bien en un principio trabajábamos principalmente con diagnósticos como esquizofrenia, trastorno bipolar, epilepsia, entre otros, actualmente hemos integrado a personas no videntes y/o con movilidad reducida, lo que ha hecho que nuestro trabajo abarque una población bastante más amplia”.
Uno de los participantes de la radio es José Puga, no vidente desde su nacimiento, quien lleva casi dos años en este proyecto. Si bien no se trata de un trabajo remunerado, él toma esto con gran responsabilidad. “Nosotros somos una compañía para los auditores y puede pasar que alguien esté triste. Es por eso que me preocupo de echar alguna broma al aire y así alegrar a la gente”, relata José, quien conduce Sueños de Colina.
Para ambos programas, los participantes tienen una preparación previa a la emisión en vivo. Constanza -o Coti como la llaman cariñosamente sus alumnos- dirige las reuniones de pauta, donde analizan los temas a tratar. También tienen ejercicios de vocalización y relajación. La periodista además se encarga de coordinar el programa, los ayuda a encauzar la conversación y también los ayuda con la producción de los entrevistados que tienen cada semana.
En las dos horas que duran ambos programas, quienes participan logran distenderse y sentirse incluidos en una sociedad que no siempre es abierta con las diferencias de los demás. Es en este espacio en donde cada uno muestra sus habilidades comunicacionales, sintiendo que sus capacidades no están limitadas por un diagnóstico médico.
Si bien muchos de los que participan de este taller llevan una vida relativamente autónoma, no siempre encuentran las condiciones ni la empatía para desenvolverse con total normalidad en el día a día. Es por eso que Constanza destaca la necesidad de cambiar el concepto de sociedad que manejamos. “Debemos acabar con las barreras objetivas y subjetivas que no permiten que las personas que tienen alguna clase de dificultad puedan hacer sus vidas. Las barreras arquitectónicas, la discriminación en el trabajo, en el ámbito educativo, en el barrio, la falta de marcos jurídicos que protejan la autonomía de las personas, son ejemplos de este tipo de barreras ¿Cómo acabar con todas ellas? No hay recetas para esto como no la hay para ningún problema social complejo. Sin embargo, pueden haber algunos principios”, concluye. CH H