Un reportaje de Informe Especial reveló que exmilitares de las Fuerzas Armadas reciben pensiones de invalidez sin presentar problema de salud alguno que les signifique un problema de discapacidad permanente.
De esta forma, la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena) y la Dirección de Previsión de Carabineros (Dipreca) entregan estas millonarias pensiones de inutilidad de segunda clase a jubilados que no presentan discapacidades.
Entre los ex uniformados que reciben este beneficio hay cuatro que se encuentran presos en Punta Peuco, condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. De estos, ninguno presentó problemas de salud antes de entrar a la cárcel.
Emilio Neira, es agente de la CNI condenado por su participación en la Operación Albania, es uno de los represores que recibe pensión de invalidez. El ex militar recibe $2.605.979, encontrándose actualmente en libertad y trabajando en el sector privado. Neira argumentó que el beneficio es por el “síndrome de estrés postraumático” por haber tenido que cumplir la orden de asesinar a dos personas.
Augusto Pinochet Hirirart, hijo del fallecido dictador es otro de los beneficiados: desde 1979 recibe 900 mil pesos mensuales. Según él, fue aplastado por un camión: “Yo salí inválido y me costó años volver a caminar. Me recuperé pero no para seguir en el servicio”, indicó.
Las pensiones de inutilidad de segunda clase se entregan (sin la posibilidad de volver a evaluar al paciente) a quienes sufren un accidente en servicio, enfermedades profesionales o padecen alguna enfermedad invalidante de carácter permanente que les impide continuar con la vida laboral.
La Ley de Presupuesto 2016 entregó cerca de 2 mil 300 millones de dólares para pensiones de Capredena y Dipreca. CH H
