El jueves pasado un paquete explosivo llegó hasta el edificio de Quiñenco S.A., lugar donde trabaja actualmente Rodrigo Hinzpeter. El artefacto iba a nombre del exministro del Interior de Sebastián Piñera y afortunadamente no explosó ya que no alcanzó a ser abierto, sino otra podría haber sido la historia.
Ya con la calma que solo da el tiempo, el ex funcionario de Gobierno relató lo vivido ese día al diario La Tercera. «No abrí la caja, pero sí la vi en el escritorio de mi secretaria. De hecho, en algún minuto pensé abrirla, pero por alguna circunstancia fortuita y providencial me distraje y se me olvidó que la iba a abrir», comenzó contando.
Luego señala que recibió el llamado desde La Moneda alertándolo sobre la situación. «Cuando estaba almorzando, me avisaron desde La Moneda que se había producido la explosión de Huechuraba y que también habían logrado identificar en Correos que el mismo remitente, que era un nombre falso, había mandado también un paquete a nombre mío. Cuando volví al edificio, ya estaba evacuado y con el Gope adentro», dijo.
Tras lo vivido, Rodrigo Hinzpeter hizo una reflexión: «pensaba que el 25 de julio del 2019 pudo haber sido el día de mi muerte. Afortunadamente, no lo fue. En el tiempo que fui ministro recibí amenazas varias veces, que son muy ingratas, muy desagradables, generan una sensación de desasosiego muy grande, interrumpen una vida apacible, de tranquilidad, que tanto se desea», manifestó.
«Pero aquí la sensación es mucho más horrorosa, porque, haciendo una analogía, la amenaza es como que alguien te diga que te va a disparar, mientras que aquí la sensación es que te dispararon; la bala salió y, por alguna circunstancia fortuita (un resbalón, por ejemplo), no me llegó», dijo el exministro.
Concluyó que «aquí la persona apretó el gatillo y estuvo dispuesta a matarme, con una bomba que, según la información de prensa, no solo me hubiera matado a mí, sino que también a los que trabajan conmigo». CHH