El 28 de Noviembre de 2016, el equipo brasileño Chapecoense, viajaba a disputar su primera final internacional frente a Atlético Nacional de Colombia. El vuelo estaba previsto para salir de Bolivia y llegar al aeropuerto de Medellín.
El avión de la empresa boliviana, LaMia, transportaba 77 pasajeros. De estos murieron 71 personas, 19 de ellos futbolistas, 14 miembros de la comisión técnica y 9 directivos del club. Seis fueron los sobrevivientes, entre ellos Jackson Follmann, Alan Ruschel y Helio Neto, jugadores del club. A estos se les suman Rafael Henzel, periodista. Ximena Suárez y Erwin Tumirik, ambos de la tripulación también fueron sobrevivientes. La tripulación era experimentada y tenía sus exámenes médicos al día.
Falta de combustible fue el causante de la caída, según reveló Miguel Camacho, jefe del grupo de investigación y coronel de la autoridad aeronáutica de Colombia. Cuando un avión queda sin combustible, los motores dejan de funcionar y el avión comienza a planear hasta caer. Sin embargo, se asegura que la cabina fue avisada con cuarenta minutos previos de la situación. A pesar de esto, el control de tráfico aéreo sostuvo que no fue notificado de la “gravísima notificación”, consignó el medio Agence France- Presse.
[Amplía] El siniestro "se produjo por agotamiento de combustible del avión por consecuencia de una inapropiada gestión de riesgo de la empresa LaMia", dijo el coronel Miguel Camacho, jefe del grupo de investigación de accidentes de la autoridad aeronáutica de Colombia #AFP pic.twitter.com/TFA4WlLGup
— Agence France-Presse (@AFPespanol) April 27, 2018
LaMia tenía una situación financiera precaria y sueldos pendientes, por lo que no pasaba por un buen momento. La Aeronáutica Civil de Colombia, en tanto, asegura tener las pruebas suficientes para aprobar esa versión. CHH