Durante la noche de este miércoles, Francisca Vargas, una joven de 27 años, murió en el Hospital Sótero del Río, en Puente Alto, luego de haber estado internada durante tres días en riesgo vital, tras recibir una «bala loca» en medio del aniversario del estallido social.
El hecho sucedió el 18 de octubre, mientras la mujer lavaba su auto afuera de su casa en San Ramón. Ahí fue cuando recibió dos disparos y fue inmediatamente trasladada a Urgencias. Cabe destacar que la joven era madre de un niña de dos años y trabajaba como Técnico en Enfermería de Nivel Superior, TENS, en el Hospital San Juan de Dios.
Al respecto, el ministro de Salud, Enrique Paris, señaló durante el balance de este jueves que condena «profundamente el uso indiscriminado de armas de fuego, llamamos a la paz y a la concordia y a un espíritu de colaboración y de diálogo entre los habitantes de la patria».
«Acompañamos en su dolor a su esposo, a su hijita, a sus familiares y también a todos los funcionaros de la salud, que con su trabajo y sacrificio han salvado vidas de estas mismas personas que están a veces usando armas sin control, que han sacrificado y trabajado enormemente salvando vidas y, sin embargo, hoy pierden una compañera de trabajo», señaló finalmente la autoridad. CHH
