Cuando Joey venía en camino al mundo y se encontraba en el vientre de su madre, los médicos habían observado algunas anomalías en los exámenes médicos.
Los doctores anunciaron a la familia que el bebé nacería con una rara enfermedad, llamada estenosis supravalvular aórtica, que obstruye el tracto de salida ventricular izquierda del corazón.
La operación que duró 8 horas fue exitosa, y el 29 de mayo el niño ya pudo abandonar el hospital, según publicó el diario The Independent de Inglaterra. Una cicatriz de 9 centímetros en el centro del pecho de Joey, daba cuenta de su valentía y lucha por seguir junto a sus padres.
“¿Es aquí dónde me han cortado para arreglar mi corazón?”, preguntó cuando vio por primera vez el corte que estaba en su cuerpo.
El padre del niño, Martin Watts, tomó la decisión de reflejar en su propio pecho un corte similar pero tatuado, en forma de apoyo para él.
El hombre posó en una foto junto a su pequeño hijo donde se veía el corte y una línea que representa el latido del corazón del menor.
En las redes sociales del Children’s Heart Surgery Fund publicaron la fotografía, anunciando la campaña #ScarSelfie, en la que tratan de generar conciencia a la opinión pública sobre la valentía y resistencia de quienes han sido operados y para recaudar fondos para la unidad de cardiología del hospital, la cual realiza estos procedimientos a menores que padecen enfermedades similares a la de Joey. CHH