A pasar de que, los chips bajo la piel puedan sonar como una novedad, lo cierto es que esta práctica lleva años en Suecia, donde se utiliza para acceder a oficinas o pagar el metro.
Por eso, una empresa sueca comenzó las pruebas de implantación de esta tecnología de forma subcutánea con los datos del pase sanitario.
Este dispositivo, que es del tamaño de un grano de arroz, es seguro para la salud y no puede ser rastreado, conforme lo indicado por la empresa de Estocolmo.
“Llevo un microchip implantado en el brazo en el que he programado mi tarjeta sanitaria para poder llevarla conmigo en todo momento”, comentó Hannes Sjoblad, director general de DSruptive Subdermals, la empresa emergente que ha desarrollado el proceso.
En esa línea agrega que el beneficio que entrega este chip es la posibilidad de siempre tener a mano el pase sanitario.
“Si quiero leer los datos contenidos en el chip, sólo tengo que deslizar en mi brazo un smartphone con un sistema de verificación de la tarjeta sanitaria, el software del dispositivo abre y muestra el PDF que contiene los datos”, explicó el Sjoblad.
¿Cómo funciona?
La empresa asegura que esta tecnología es segura para los usuarios, a pesar de las teorías conspirativas, estos chip solo se activan cuando están cerca del sensor que verifica la información.
“Si entiendes cómo funciona este implante subcutáneo, te das cuenta de que no se alimenta de ninguna batería y no puede emitir una señal por sí mismo”, detalla el empresario.
Este es un dispositivo al cual se accede de forma voluntaria y tiene un valor de 100 euros (cerca de 95 mil pesos chilenos) por chip.
Además, solo un médico o un tatuador certificado pueden realizar esta intervención quirúrgica subcutánea. CHH
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— South China Morning Post (@SCMPNews) December 17, 2021