La tercera sala de la Corte Suprema, determinó que el Estado de Chile debe indemnizar con $1.800 millones a los familiares de 20 personas fallecidas, tras el terremoto y maremoto ocurrido a fines de febrero de 2010.
Según determinó el tribunal en fallo unánime, 64 personas van a recibir entre $7 millones y $30 millones, por concepto de daño moral, provocado por la muerte de sus seres queridos.
Las familias que serán compensadas, corresponden a las de las costas de Juan Fernández, San Antonio, Constitución, Talcahuano y Tomé.