El pasado martes el machi Celestino Córdova interpuso un recurso de amparo y una querella contra Gendarmería de Chile por supuesta persecución religiosa y política, sumado a torturas y apremios ilegítimos por parte de funcionarios del Centro de Estudio y Trabajo (CET) de Vilcún, en La Araucanía, donde el machi se encuentra recluido desde agosto.
Debido a esto, el día de ayer Gendarmería informó que un funcionario de dicho centro fue suspendido de sus funciones, ya que enfrenta un sumario administrativo en el marco de la investigación de los delitos acusados por Córdova, quien aseguró haber recibido hostigamiento y persecución religiosa, luego que los funcionarios trataran de imponer sus creencias, sumado a insalubridad por falta de agua potable, según indicó Radio Bío Bío.
A través de un comunicado, la institución señaló que “considerando tales antecedentes, que podrían implicar la eventual comisión de hechos delictivos, la máxima autoridad regional interpuso una denuncia ante la fiscal de turno del Misterio Público, a fin de que se inicie una investigación penal correspondiente”.
Esto ocurrió luego que el abogado defensor, Jorge Guzmán, presentara un recurso de amparo a favor de Córdova, debido al riesgo que corre al interior del recinto. Explicó que funcionarios del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) visitaron el recinto, donde dos internos señalaron que “la alcaide y otros funcionarios estaban hostigándolos para implantarle droga en el dormitorio a Celestino con el objeto de devolverlo a un centro de régimen cerrado”, explicó.
Aseguró, además, que entre los gendarmes existe coordinación para cometer estas faltas contra los internos, ya que varios de ellos «los hostigan durante la noche, los llaman, les dan recados, los amenazan y lo han hecho con varias personas ya». CHH