Las tobilleras electrónicas de más de 130 condenados que cumplen pena sustitutiva perdieron su señal. Desde la segunda semana de marzo que no se tiene rastro de estas personas que cumplen por sus delitos con el beneficio de hacerlo en libertad.
Informó el diario El Mercurio, que 4.249 personas cuentan con este tipo de beneficio carcelario, de los cuales 3.836 son hombres y 413 mujeres.
El jefe del Departamento de Monitoreo Telemático de Gendarmería, Pablo Gaete, señaló que «fueron reportados a los tribunales de Justicia para que se adopten las medidas pertinentes; es decir, revocar la medida, citar a audiencia, etc».
Sobre el riesgo que conlleva esta situación, Gaete afirmó que se ha desplegado «una serie de protocolos tendientes a evitar que se produzca la pérdida de avistamiento del dispositivo. Así, antes de la pérdida total de batería, los operadores del sistema toman contacto con el condenado indicándole que debe proceder de forma urgente a la carga» o que vayan al soporte técnico.
Parte del protocolo también indica que se envían oficios semanalmente a los tribunales, en los que se informa fecha y hora en la que no se pudo dar con el condenado.
«Luego de tres oficios, se envía un cuarto donde se solicita se ordene la suspensión de la medida», afirmó el funcionario de Gendarmería.
Por último, Gaete afirmó que la cifra es «marginal», ya que en específico fueron 138 los condenados no ubicables durante todo marzo. Se informó por parte del director del área que desde 2014, cuando se implementó la medida, solo se han conocido de 155 casos de cortes de correa. CHH