Según la Encuesta Origen Destino -realizada en 2012 por el Ministerio de Transportes, el último estudio detalló cómo se mueven los habitantes de la capital- en un día, los 176.858 generan 160 mil viajes laborales y otros 90.300 de estudiantes hacia Santiago.
La mayoría lo hace en irregulares servicios rurales que les implica desembolsar, por una persona hasta 20.000 pesos a la semana. Esto, a raíz de que el 68% de los habitantes de Lampa no tienen auto, lo mismo que el 58% de los vecinos de Colina.
Ante esta situación, tanto la comunidad como sus representantes han pedido en reiteradas ocaciones entrar en la zona de concesión del Transantiago, sin embargo, en la nueva licitación del sistema, que se cierra a fines del próximo año, el Gobierno no contempló la ampliación del servicio hacia este sector cerrando la posibilidad de contar con este sistema de transporte público para la zona norte de Santiago.
El alcalde Mario Olavarría criticó la determinación “es muy lamentable. Colina alberga a familias que tienen sus trabajos en Santiago. Hoy carecemos de transporte público. Lo que hay es un sistema caro, sin regulación ni horarios.
Por su parte, el subsecretario de Transportes, Carlos Melo, señaló que “una expansión del servicio a otras comunas implica mayor costo para el sistema. La operación en áreas más lejanas de la ciudad donde la densidad o la demanda es más baja que acercándose a las áreas centrales”. CH H.
