La historia de Francisca Duarte (44), publicada en la Revista Paula el pasado 28 de febrero, causó bastante conmoción entre sus lectores, un sentimiento que llegó también a Chicureo no solo por el complicado cáncer que ella está combatiendo, sino también porque es parte de la comunidad como profesora del colegio Dunalastair.
La historia de Francisca
La primera vez que le descubrieron cáncer a Francisca fue en marzo de 2014, tras un PAP que arrojó una alteración en los niveles hormonales. Ahí comenzó el tratamiento tanto en Chile como en Cuba, donde estuvo probando otros métodos para poder curarse.
La enfermedad regresó en marzo de 2017, el cual fue notado gracias a un lunar carnoso, lo que la obligó a someterse a una operación urgente que implicó sacar músculo, ganglios, para luego ser intervenida nuevamente por un tumor de pulmón, lo que exigió más gastos aún. Tras esto, la clínica del sector oriente de Santiago donde se atendió le comunicó que su seguro no cubriría la operación, “justificando que habría una preexistencia que yo no había declarado”, según relató. Finalmente, decidió viajar a Cuba para continuar su tratamiento allá, el que fue financiado con ayuda de sus ex compañeros de curso.
Todas las operaciones dejaron secuelas en su cuerpo, razón por la que no puede permanecer muchas horas parada haciendo clases, además de una depresión que la hizo iniciar una terapia psiquiátrica.
Según el cálculo mensual, Francisca tiene costos de $750 mil pesos entre parches para las cicatrices y antidepresivos. Esto sin contar tratamientos para el cáncer ni consultas. Debido a sus intervenciones, tiene una deuda de más de $50 millones con la clínica, la cual le ofreció que pagara $30 millones, con la condición de cancelar su seguro. Debido a esto, fue embargada el sábado 25 de noviembre, y la seguirán embargando durante los próximos tres años si no logra congelar la deuda, según indica el reportaje.
Sumado a esto, descubrieron en octubre de 2017 nuevos tumores en su pierna izquierda y también en la derecha, razón por la que necesitará aún más apoyo económico para costear los nuevos tratamientos.
Sin embargo, y a pesar de todas las dificultades Francisca dice “estoy determinada a conseguir la sanidad. Pero de momento quisiera justicia y reinserción”. En este sentido, señala que quiere dejar de depender de la gente. “quisiera un remezón en el sistema, que las isapres dejaran de ser una mafia y que los seguros fueran un poco más humanitarios”, concluye.
Campaña en Chicureo: “Nos impactamos con la noticia”
Tras conocerse la historia, una de las vecinas del sector decidió compartirla en el conocido grupo de Facebook “Compartiendo el buen dato en Chicureo”, en el cuál generó un gran impacto que dio paso a una campaña para apoyar económicamente a Francisca.
“Nos impactamos con la noticia, pues aunque parece un reportaje con un tono bastante tranquilo igual resulta ser una historia muy dolorosa, por lo que es imposible no reaccionar”, afirmó Vilma Quiroga, administradora del grupo, a Chicureo Hoy.
De esta forma, en la comunidad decidieron organizarse, por lo que Vilma en conjunto con Paulina Erbetta, y otras integrantes del grupo realizaron una reunión para gestionar la ayuda. “Se trata de de una campaña 3×1, el grupo tiene 3.800 vecinos, por lo que los quisimos invitar para que cada integrante se comprometa a traer tres personas que puedan hacer una donación”, explicó Vilma, agregando que así se conocería la campaña en otros sectores además de Chicureo para que haya más colaboración y para que “se sepa lo que está pasando en nuestro país, donde lamentablemente hay que endeudarse cuando además se está viviendo una situación de riesgo”.
Junto con esto, desde el grupo surgió la idea de apoyar a Francisca con su venta de aceites de oliva: “para que la gente de Chicureo le compre, estamos coordinando a un par de vecinas que puedan ir a buscar el aceite de oliva a su casa y acá se gestiona y distribuye la entrega”, señaló.
Asimismo, indicó que han estado en permanente contacto con Francisca, quien se encuentra muy emocionada por toda la ayuda que la comunidad está haciendo.
El primer computo de este viernes a las 13:09 fue de un total de $3.386.586, y desde el grupo esperan seguir avanzando con la ayuda.
De todo esto, Vilma rescata la cooperación del grupo, lo cual tiene relación con el espíritu de este: “la generosidad, la buena onda, las cosas que salen de forma espontánea y el nivel de colaboración de la gente a pesar de nuestras diferencias”, comentó. Con estas situaciones, añadió, “se generan estos lazos invisibles de amor que permiten que uno pueda conectarse y así generar algo concreto”. CHH
