Foto: Chicureo Hoy
Las juntas de vecinos de Piedra Roja y Santa Elena, participaron este viernes 21 de octubre de la sesión del Concejo Municipal de Colina, instancia donde presentaron sus posturas respecto a la normativa sobre las alturas máximas de los edificios que se busca consignar en el Plan Regulador Comunal.
En concreto, desde el municipio proponen que la altura de edificación límite para algunos sectores sea de ocho pisos máximo, tal como el proyecto recientemente presentado a la comunidad, Punta Laguna, y en otros hasta 10 pisos. Sin embargo, los vecinos de las zonas a las que se hace referencia, Piedra Roja, Chamisero, Santa Elena, Ayres y La Reserva, no están de acuerdo con esta situación.
Lo anterior, debido a diferentes razones entre las que apuntan a la falta de un plan de mitigación vial y de seguridad, la preocupación por el abastecimiento del agua potable y la sobrepoblación de los sectores.
“No nos oponemos al crecimiento, pero queremos que sea armonioso y se tomen todas estas sugerencias”, señaló Cecilia Orellana, presidenta de la Junta de Vecinos de Santa Elena, quien también enumeró una serie de peticiones al concejo.
Entre estas peticiones está la solicitud de información respecto a donde quedan las zonas destinadas a parques naturales, la factibilidad de agua para riego y agua potable para toda el proyecto y expansión inmobiliaria, estudios hidrológicos que aseguren la disponibilidad del recurso, informe sobre las zonas arqueológicas y de protección, además de un plan ante un posible colapso del tranque de relave.
Además, la presidenta de la JJVV de Santa Elena solicita la realización de un nuevo proceso de consulta ciudadana para poder expresar las posturas de los vecinos que se verán directamente afectados por la regulación.
Nicolás Errazuriz, miembro de la JJVV de Piedra Roja, siguió la misma línea y señaló que: “No estamos acá para decir que no queremos que no siga creciendo nuestra comunidad, que no queremos que llegue más gente. Si queremos, queremos que la gente viva la experiencia que tenemos la suerte de vivir nosotros”.
Sin embargo, manifestó que “esta modificación al plan regulador que se pretende, con la imagen objetivo que se plantea podría significar un aumento de hasta 100 edificios en la zona de Chicureo en total, 100 nuevos edificios que generan no solo un impacto vial y un aumento de la población, sino que también en el espacio que queremos vivir nosotros como vecinos”.
Lo anterior, explicó Errázuriz, podría complicar aun más la situación para los habitantes del sector, quienes ya tienen problemáticas como la escasez de transporte público y los grandes tacos que se producen en la zona.
En tanto, la alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela, apuntó a que al frenar la votación de esta modificación al plan regulador comunal se abre una puerta a que se ingresen solicitudes de construcción de edificaciones de 20 pisos y no se pueda hacer nada, debido a que no existe regulación.
«Yo no quiero que ingrese un anteproyecto o un permiso de edificación de 20 pisos y por eso hay que hacer la normativa lo antes posibles para que nosotros podamos normar lo que es el tema del crecimiento», afirmó la alcaldesa.
Con lo anterior, Errázuriz indicó que más allá del tiempo y de la altura de los edificios que se puedan instalar, el sector no está preparado para recibir a los cientos de vecinos que podrían llegar, lo que provocaría un colapso.
“Chicureo Sin Altura”
Por otro lado, la Junta de Vecinos de Piedra Roja junto a Comunidad Chicureo lanzó una iniciativa de recolección de firmas para para evitar que se aumenten los pisos de edificación permitidos en el sector sur de Colina.
Esta medida ya cuenta con 3.684 firmas que apoyan que no se apruebe la modificación del plan regulador, ya que temen a la “sobrepoblación de la zona con las consecuencias y carencias de un plan de desarrollo vial y de seguridad que permita absorber el impacto”, señalan en la plataforma Change.org.