Durante la noche del lunes Venezuela anunció la suspensión de manera temporal de todos los vuelos comerciales entre su territorio y Panamá y República Dominicana.
La medida, que comenzará a regir a partir del 31 de julio, se produce luego de que numerosos Estados latinoamericanos no reconocieran los resultados de las elecciones que dieron como ganador a Nicolás Maduro.
El anuncio se efectuó a través de un comunicado en el que las autoridades venezolanas reiteraron que rechazan “las acciones injerencistas de gobiernos de derecha, comprometidos abiertamente con los postulados ideológicos del fascismo internacional”.
Sobre los motivos que gatillaron esta decisión, el Ministerio del Poder Popular para el Transporte de Venezuela señaló que existe “la presunción del uso de la aviación civil con fines no compatibles con los principios de seguridad”.
Así, amparándose en los derechos aerocomerciales suscritos en el Convenio de Chicago, el régimen de Maduro determinó que los vuelos desde y hacia Venezuela con origen o destino en Panamá y República Dominicana serán suspendidos hasta nuevo aviso a contar de las 20.00 horas de este miércoles 31 de julio.
La drástica iniciativa se suma a la expulsión de tierras venezolanas de las misiones diplomáticas de los países que componen el Grupo de Lima, entre los que se encuentra Chile. CHH
