El pasado viernes la Asociación Nacional de Fútbol (ANFP) envió una invitación a la presidenta Michelle Bachelet para asistir al último encuentro de la selección chilena en las clasificatorias: el partido de Chile-Brasil que se realizó en Sao Pablo, y en el que finalmente La Roja fue derrotada y perdió sus boletos para viajar al mundial de Rusia 2018.
Según consigna Radio Biobío, la mandataria junto a su equipo de comunicaciones y de seguridad tomó un avión de la Fuerza Aérea para trasladarse a Brasil, viaje que había sido preparado de manera minuciosa por la Presidencia y por la FACh, esto aunque desde La Moneda, decían que “no sabía si viajaría”.
El reportaje realizado por el medio, indicó que el costo del viaje podría alcanzar los $30 millones de pesos, información obtenida por personas que, según indican, conocen del mercado aéreo chileno y por altas fuentes de la Fuera Aérea. De esta forma, el avión Gulfstream IV de la FACh tiene un costo por hora que supera los US$7 mil (4 millones 403 mil), lo que, si se multiplica por 8 horas (ida y vuelta a Brasil), asciende a los $35 millones.
En tanto, en La Moneda reconocen que la Presidenta iba a asistir al partido dado la cercanía que tiene con la selección, viaje que se encuentra en la mira de la Contraloría General de la República ya que existen precedentes sobre el uso de medios militares para que las autoridades viajen con fines turísticos o para satisfacer necesidades personales y que no tienen relación con su propio cargo. CH H