Durante este jueves 09 de junio, se desarrolló la segunda jornada de la IX Cumbre de las Américas, ceremonia que reúne a más de 20 mandatarios del continente, entre ellos, el presidente Gabriel Boric y el jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, quien entregó un duro discurso.
“Lamento que no hayamos podido estar presentes todos los que debíamos estar en este ámbito tan propicio para el debate”, comenzó diciendo Fernández, agregando que si bien somos naciones distintas, América Latina y el Caribe “compartimos preocupaciones semejantes en este presente tan complejo”.
Entre las preocupaciones que nos atañen hoy en día enumeró el promedio de la deuda externa que llega al 77%, la informalidad laboral que representa un 50% y la expectativa de vida de 15 años menos para las personas con menos recursos.
“Desde la periferia en la que nos colocan, la América Latina y el Caribe miran con dolor el padecimiento que sobrellevan pueblos hermanos. Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la “Guerra Fría” y Venezuela tolera otro”, aseveró el mandatario en su discurso.
Tras lo anterior, la ausencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua cobraron relevancia en el discurso: «El silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que, el hecho de ser país anfitrión no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente”.
“Presidente Biden. Estoy seguro de que es momento de abrirse de modo fraterno en pos de favorecer intereses comunes. Los años previos a su llegada al Gobierno de los Estados Unidos de América, estuvieron signados por una política inmensamente dañina para nuestra región desplegada por la administración que lo precedió. Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen”, interpeló el jefe de Estado argentino.
Asimismo, Fernández se refirió a problemáticas puntuales que afectan a diferentes países del continente como la compleja situación política de Bolivia, las acciones de acercamiento a Cuba y la intervención del Gobierno de Donald Trump en la economía argentina, además de la situación de Ucrania y Rusia que afectan a América.
“Debemos plantear la necesidad de políticas impositivas progresivas, aun cuando las élites domésticas nos presenten como un peligro para la calidad democrática. La renta inesperada que la guerra entregó como un regalo a grandes corporaciones alimenticias, petroleras y armamentísticas debe ser gravada para mejorar la distribución del ingreso”, señaló el mandatario.
Finalmente, cerró su discurso haciendo un llamado al líder estadounidense: “Presidente Biden. Estoy aquí tratando de construir puentes y derribar muros. Como presidente de la Celac quiero invitarlo a participar de nuestra próxima reunión plenaria. Sueño que en una América fraternalmente unida, nos comprometamos a que todos los seres humanos que habitan nuestro continente tengan derecho al pan, a la tierra, al techo y a un trabajo digno”.
Revisa el discurso completo:
CHH