Tras más de un mes en la cárcel de Rancagua, el exfutbolista Jorge Valdivia fue liberado la noche del lunes después de que la Corte Suprema revocara la prisión preventiva que cumplía por una investigación en su contra por delitos sexuales. La medida fue sustituida por arresto domiciliario nocturno, el cual llevará a cabo en la casa de su expareja Daniela Aránguiz, ubicada en Lo Barnechea.
Valdivia abandonó el penal cerca de las 23:30 horas, visiblemente cansado. Vestido con un buzo negro, cargaba tres bolsas que contenían sus pertenencias. A su salida, permaneció sentado afuera del penal esperando a su abogada. Aunque evitó responder las preguntas de la prensa, sí accedió a tomarse fotografías con algunos fanáticos que se encontraban en el lugar.
La liberación del exseleccionado nacional estuvo marcada por demoras debido a problemas administrativos en el penal. Pese a ello, una vez que la orden fue ejecutada, Valdivia fue trasladado por sus cercanos a Santiago. En el trayecto, fue visto en un servicentro en la Ruta 5, donde se mostró emocionado y levantó los brazos en señal de alivio.
La resolución de la Corte Suprema responde a un recurso de amparo presentado por la defensa del exfutbolista, que argumentó irregularidades en las pruebas y procedimientos de las denuncias en su contra.
El exdeportista llegó en la madrugada a la residencia de su expareja, quien sigue siendo legalmente su esposa. La elección de este domicilio se debe a que Valdivia ya no cuenta con el departamento que arrendaba en Las Condes.
