Este miércoles, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, junto a su par de Educación, Raúl Figueroa, y la presidenta de la Federación de Transportistas Escolares, Verónica Contreras, se refirieron a cuáles serán los protocolos que deberán cumplir los furgones escolares para afrontar el retorno a clases presenciales, que está programado para este 1 de marzo.
En este contexto, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, señaló que «la evidencia -tanto en Chile como en el resto del mundo respecto de los cuidados sanitarios en los sistemas de transportes- señala que lo fundamental para disminuir al máximo el riesgo de contagios es el correcto uso de la mascarilla, el lavado de manos y la higiene y desinfección de los vehículos. En ese sentido, no existe un aforo determinado en el transporte escolar, como tampoco existe en el transporte público».
En la misma línea, su par de Transportes, Gloria Hutt, aseguró que «los riesgos de contagios, especialmente en el transporte, están relacionados con un conjunto de variables. Uno de ellos es la distancia física, pero también la sanitización y el uso correcto de la mascarilla han probado ser el método más eficaz para prevenir contagios», agregando que «aquí hay un personaje de tremenda importancia, que es el conductor del vehículo y que está expuesto. Obviamente, que el principal interesado en que los niños no se contagien es el propio transportista escolar», por tanto, será él quien determine cuántos niños llevará en su furgón, en donde ya no se podrá ingerir alimentos ni compartir materiales.
Asimismo, la ministra destacó que «el autocuidado es la variable uno en todo esto y justamente la evidencia muestra que los riesgos de contagios se concentran principalmente en los lugares donde se relajan estas condiciones, que es el ambiente familiar social, así que es muy importante que estos protocolos se extiendan a la casa, que los padres instalen en los niños la necesidad de respetar estos protocolos: el uso de alcohol gel, el lavado de manos permanente, el uso de mascarillas en lugares públicos».
Por su parte, la presidenta de la Federación de Transportistas Escolares, Verónica Contreras, enfatizó que «somos un gremio que lleva más de un año sin poder trabajar. Somos los principales interesados en hacer las cosas bien para que nos vaya bien, el lema aquí es «cuidar para cuidarse», y aquí somos tres los involucrados: el padre apoderado, el colegio y los transportistas. Si entre los tres hacemos una sociedad para educar al niño, que mantenga un comportamiento arriba del vehículo» no debiesen haber contagios, según explicó la autoridad.
Tal como comentó Contreras, cada chofer deberá contar con sus propios instrumentos de cuidado -como mascarilla y alcohol gel- y deberá tomarle la temperatura al niño antes de subir al vehículo. En caso de que esta sea más alto de lo recomendado, no podrá ser transportado y, si algún padre sospecha que su hijo podría estar enfermo, no debiese autorizarlo a salir de la casa.
«Lo mismo va a pasar en el colegio. Si al entregar al niño le toman la temperatura y la tiene superior a 37, no me lo van a entregar, lo van a dejar en una sala aislada y se va a llamar al apoderado para que lo vaya a retirar. Si esto se hace así, no deberíamos tener ningún riesgo de contagio», aseguró la presidenta de la institución. CHH
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