Señor Director:
La sociedad chilena está cambiando y hay necesidad de reflexionar. Eso pensé cuando recibí la invitación de parte de la Biblioteca de Colina para impartir una conferencia, en el marco de la celebración del Día del Libro.
Les propuse organizar un conversatorio sobre“Colina: territorio y personaje literario”, donde se “abordarían problemáticas sociales de la comuna, como fuente de inspiración para la escritura”, dirigido a estudiantes secundarios. Cabe decir que en mis tres libros publicados, siempre ha estado presente Colina, ya sea como contexto o detonante de los fenómenos; como un personaje literario en sí mismo; o utilizando el territorio como una excusa para mostrar contrapuntos históricos, políticos, culturales, sociales y económicos de nuestra sociedad.
Un día antes del conversatorio -a las 20:40 horas, del lunes 23 de abril de 2018- me escriben desde la Biblioteca agradeciendo mi disponibilidad, no obstante, dicen explícitamente que “al ser un espacio académico no podemos generar discusión en torno a temas políticos y/o religiosos, ya sea, a favor o en contra, ya que, constituyen un acto de proselitismo”.No contesté el correo. Sin embargo, dos horas antes de la conferencia -a las 10 de la mañana, del martes 24-, me llaman a mi teléfono celular para informarme que Ada Luz Silva Santana, Directora de la Biblioteca Municipal de Colina, decidió suspender la actividad, porque quería hablar primero conmigo y saber qué iba a decir en la conferencia, ya que algunos temas que yo trataría eran delicados y radicales.
Era evidente que Ada Luz quería controlar los contenidos de mi presentación; en otras palabras, estaba censurándome. He vivido casi toda mi vida en Colina, conozco la cultura abusiva de sus autoridades y los patrones de fundo, frente a la sumisión de las niñas, los niños, los jóvenes más pobres y las mujeres. Durante años, hemos sufrido diferentes tipos de abusos y siempre habíamos callado, por miedo. Pero hoy en día, la sociedad chilena está cambiando y esto no puede seguir pasando en pleno siglo XXI. La creación artística y el debate de las ideas debe tener cabida en los espacios financiados con dineros públicos. Basta de abusos de poder y basta de censura.
Isakra Pavez Soto
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