DEPORTES

Car Cross debuta en Chile con Chaleco López y Casale enfrentándose en febrero

Son autos que miden un metro de alto, pero alcanzan los 100 km por hora en 3 segundos.

Un nuevo desafío está haciendo ruido por estos días en Chile; Ruido por la adrenalina que provoca la disciplina en sus pilotos y ruido por la potencia de sus motores al disputarse el primer lugar a toda velocidad por la pista. Se trata de los Car Cross, pequeños autos de carrera, que miden 1,20 metros de altura, pero que alcanzan los 100 kilómetros por hora en 3 segundos.

En sus inicios,  fueron utilizados por los pilotos del WRC (World Rally Championship) para entrenamiento, pero su potencia los conquistó y comenzaron a armarse competencias al estilo Fórmula 1, aunque en pistas de tierra. Sin embargo, estos vehículos pueden usarse sobre cualquier superficie, incluso, nieve.

Desde hace  10 años se han desarrollado con éxito distintos campeonatos en Europa y Latinoamérica (México es su mayor exponente) con una altísima convocatoria. El público que asiste a estas competencias vive una experiencia llena de adrenalina, velocidad y motores resonantes.

Lo novedoso es que en una carrera se miden, de igual a igual, pilotos pertenecientes a distintas especialidades como rally, motociclismo, karting y Dakar. De hecho, el español Dani Sordo (uno de los mejores corredores del Campeonato Mundial de Rally), compite en el campeonato Car Cross de su país.

Así como él en España, en Chile ya se sumaron a la adrenalina y potencia Car Cross los pilotos más laureados del país, como Francisco “Chaleco” López, Ignacio Casale, Felipe Rossi, y el clan Israel (Benjamín, Vicente y Samuel), entre otros. A todos los corredores que aceptaron el desafío los conquistó este pequeño vehículo, aunque cargado de velocidad y potencia.

El gran debut de Car Cross en Chile será el 25 de febrero en Ritoque, Quinta Región, donde se realizará la primera competencia que reunirá a alrededor de 20 pilotos, los mejores de Chile y los entrenamientos se han estado realizando en Buin y cómo no, en Chicureo.

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