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Estamos frente a una de las peores crisis que ha enfrentado el país, en cuanto a incendios forestales se refiere. Hay múltiples focos activos en varias regiones y las unidades de emergencia no dan abasto. El humo de los siniestros se extiende y está provocando varios síntomas de enfermedades respiratorias en los habitantes. Por ello, los gobiernos regionales han recomendado evitar la actividad física, ya que el estado del aire no es el adecuado. Sin embargo, muchas personas continúan con la práctica de ejercicios. ¿Cuáles son los riesgos para los que hagan caso omiso de ello?
“La contaminación, específicamente el smog, está compuesto por múltiples químicos dañinos para la salud, entre ellos monóxido de carbono, partículas en suspensión, plomo, hidrocarburos y dióxido de carbono, las cuales generan problemas en la práctica de actividad deportiva, debido que al realizar actividad física aumenta el volumen de aire que se inhala”, señala la kinesióloga Andrea Lobos, jefa de carrera de Técnico Deportivo de la Universidad del Pacífico.
La experta agrega que realizar deportes en ambientes contaminados puede provocar que el transporte de oxígeno hacia las células del cuerpo disminuya. “Para transportar el oxígeno hacia todos los tejidos del cuerpo se requiere una molécula llamada hemoglobina, la que tiene mayor afinidad con el monóxido de carbono. Por lo tanto, cuando se inhala este gas, nos oxigenamos menos”, aclara.
Entre los principales síntomas que se presentan al realizar actividad física en condiciones de contaminación, están la tos irritativa, que es bastante dolorosa; la tos productiva, que se acompaña de flemas; disnea, que es la sensación de ahogo; náuseas y cefaleas.
Sin embargo, para muchos amantes del deporte, la imposibilidad de parar o “colgar las zapatillas” los obliga a buscar nuevas maneras de poder ejercitarse. ¿Cómo apaciguar los efectos de la contaminación en la práctica deportiva? “Es importante disminuir o cesar los ejercicios al aire libre cuando las condiciones ambientales no sean favorables, pero esto no significa parar la actividad física. Se recomienda buscar alternativas como las actividades indoor, es decir, dentro de un espacio que tenga buenas condiciones de ventilación”, señala la docente.
Lobos agrega que “esta alternativa favorece que se mantenga una rutina de actividad física, con todos los beneficios que esta conlleva, como bienestar mental, mejoras en la condición física y logros de metas personales, entre otros”.
Otra de las medidas que aconseja la especialista es reemplazar los ejercicios aeróbicos por ejercicios anaeróbicos. “Por ejemplo, levantamiento de pesas, abdominales, sentadillas, ejercicios que involucren sólo el peso del cuerpo, entre otros”, explica.
Por último, especialista sugiere trasladarse a otras comunas donde los niveles de contaminación sean menores y las condiciones ambientales sean las óptimas. CH H