El deporte y la actividad física tienen múltiples beneficios sobre el organismo, desde la mantención de un peso óptimo, hasta la regulación de azúcar en la sangre y la presión arterial. Por lo tanto, no es necesario detener nuestras actividades con el frío, pero sí se deben tomar en cuenta algunas medidas mínimas para hacerlas de forma segura. Juan Manuel Águila, kinesiólogo de Clínica Las Lilas, entrega algunos consejos:
No saltarse el calentamiento previo
Se debe hacer un buen calentamiento antes de practicar cualquier deporte, ya sea un poco de bicicleta o trote ligero. Posteriormente, con el cuerpo a una temperatura mayor, se debe elongar para preparar los músculos y tendones. Recién en ese momento estaremos listos para hacer nuestras actividades de la forma más segura posible.
La importancia del horario
No correr a primera hora de la mañana en caso de que puedas, pues lo ideal es salir en la tarde con luz. Si tienes que correr durante las primeras horas del día, lo ideal es que busques lugares cerrados en los que no haya tanta agua acumulada. Intenta buscar circuitos sin tantos semáforos, con el fin de no permanecer detenido mucho tiempo. Cuando llueve, lo ideal es correr en circuitos bajo árboles, por ejemplo en parques.
Vestimenta adecuada
Hay ropa especial para el invierno, pero si la temperatura no es demasiado fría, lo más inteligente es llevar varias capas finas que nos abriguen al principio de la actividad, pero que podamos ir quitando conforme vayamos entrando en calor o comenzando a sudar. De esta manera podremos evitar que el sudor enfríe el cuerpo y genere cambios de temperatura. Es necesario recordar que deben vestirse ropas o chalecos que reflejen la luz para que los vean si ejercitan en lugares oscuros.
Mantente hidratado y cuida tu piel
No olvides tomar mucha agua antes, durante y después del ejercicio. Uno puede deshidratarse tanto en el frío como en el calor. Además, el sol pega tan fuerte como en el verano, por lo que también debes utilizar protección solar. CH H