Los ejercicios con pesas son habituales en los entrenamientos que se realizan en los gimnasios, sin embargo, debido a la supuesta facilidad en su uso, cada vez son más las personas que compran mancuernas y pesas de menor tamaño para ejercitarse en casa.
En este contexto, el docente de la Escuela de Pedagogía en Educación Física de la Universidad del Pacífico, Francisco Pinto González, quien dicta la clase de Fuerza y Sobrecarga, señala que el trabajo con pesas puede resultar mucho más sencillo que otros tipos de ejercicios, debido a que los movimientos que se realizan son más similares a los que realizamos de manera natural. “Pero esto también requiere un gran control del cuerpo y sus movimientos, ya que el riesgo de lesión aumenta si no llevamos a cabo bien los ejercicios. Por ello, siempre decimos que el entrenamiento con pesos libres es apto para personas con una base previa, pues es necesario tener algunas nociones sobre nuestro cuerpo y un gran control sobre el mismo”, indica.
En este sentido, aclara que dentro de lo que se considera peso libre están todas las mancuernas, pesas rusas, balones medicinales, etc. “Es decir, todo peso que nos permita libertad de movimientos a la hora de ejecutar un ejercicio y que no nos someta a un recorrido prefijado y controlado, como sucede con las máquinas de entrenamiento”, precisa.
Entre los principales beneficios de las pesas, el profesor de educación física destaca la libertad de movimiento que permiten. “Esta libertad de movimiento es lo que nos hará trabajar mucho mejor los grupos musculares en los que vamos a incidir, ya que al realizar un movimiento más natural conseguiremos trabajar muchas más partes de los músculos que con una máquina. Junto a esto hay que tener en cuenta que el trabajo de los estabilizadores del cuerpo es mejor, por lo que el entrenamiento será mucho más completo y efectivo”, asegura.
Por otro lado, el uso de pesas también mejora el control corporal. “Hay que tener en cuenta que el entrenamiento con pesos libres es, además, una buena manera de trabajar el equilibrio, ya que muchas veces debemos realizar determinadas posturas que requieren de un perfecto equilibrio. Si a esto le añadimos la carga, que no es lo habitual del organismo, deberemos agudizar el equilibrio y controlar mucho más el cuerpo. A esto hay que sumarle la concentración que requiere y el control mental para ejecutar a la perfección el ejercicio. Por ello, también este tipo de entrenamiento es muy beneficioso para el cerebro y sobre todo para ponerlo a trabajar”, comenta.
Sin embargo, el docente de la Universidad del Pacífico advierte que no hay que olvidar que, a pesar de ser una muy buena manera de trabajar partes del cuerpo que de otro modo a penas tocaríamos, el riesgo de lesión es mayor. “Por esto es necesario controlar a la perfección este tipo de entrenamiento. Además, lo ideal es combinar sesiones de entrenamiento con peso libre con otras en las que las máquinas sean la estrella, ya que también son muy beneficiosas, pues la concentración muscular es mayor que en las que el peso libre es el método de entrenamiento”, concluye.