Fue un partido que se definió al minuto 1. Una jugada que podría haber sido intrascendente terminó siendo la que determinó todo el encuentro. Finalmente el Liverpool ganó por 2 a 0 al Tottenham Hotspurs.
El cuadro de Anfield logró su sexto título de campeón de Europa en un partido que fue extraño, ya que no se dio como se esperaba, pero que de todas formas fue un espectáculo a nivel mundial. El Tottenham no pudo contra los dirigidos por Jürgen Klopp, y los últimos terminaron levantando la orejona.
Aún el Liverpool no merecía el premio cuando ya abrió el marcador. Una mano absurda de Sissoko adentro de su área terminó siendo sancionada por el árbitro. El egipcio Mohamed Salah no falló y puso el 1 a 0 que duraría hasta casi la parte final del encuentro.
El gol causó un completo adormecimiento del encuentro, pese a lo que esperaba la afición, y el Tottenham se acercó pero no logró concretar. El portero de los «Reds» estaba en su noche y no se le pasó ningún balón.
A tres minutos del final Ivock Origi puso el punto final del encuentro luego de entrar como suplente. Aprovechó un pase desde un córner y el belga concretó el segundo gol y final del partido. Liverpool es el nuevo monarca de Europa y Jürgen Klopp se logró sacar la mufa de la Champions, la cual no había conseguido conquistar anteriormente con este mismo club y antes con el Borussia Dortmund. CHH
