El partido terminó igualado 1 a 1 y se dio paso al tiempo extra. España proponía y Rusia se defendía con todos sus recursos, que muchos pueden criticar, pero el pragmatismo de la escuadra dueña de casa terminó dándoles el paso a los cuartos de final del campeonato mundial organizado en su país, luego de ganar en los penales por 4 – 3.
Moscú fue testigo de un partido que en un comienzo se analizaba como fácil para los hispanos, sin embargo, no pudieron hacer mucho en el área rival. De hecho, el primer y único gol de los dirigidos por Fernando Hierro llegó gracias a un autogol de Sergei Ignashévich, a los 12 minutos del primer tiempo. El defensor intentaba bloquear el paso de Sergio Ramos y se despreocupó del balón que terminó dando en su pie e ingresando a su propia puerta.
Cuando finalizaba la primera etapa, Gerard Piqué, fue sancionado por una mano al interior del área, por lo que el juez cobró penal. La máxima pena fue cobrada por Artem Dzyuba, quien igualó las cifras desde los 12 pasos.
La «furia roja» tuvo diversas oportunidades y manejó gran parte del partido con el balón a su disposición, pero no se les dio la oportunidad de anotar el gol del triunfo, por lo que tuvieron que aguantar 30 minutos más de fútbol en el alargue. El resultado se mantuvo igualado, por lo que los penales fueron la forma de definir el partido.
El anfitrión tuvo lanzamientos certeros y no fallaron, pero los españoles Koke y Iago Aspas erraron sus tiros y dieron la oportunidad a los rusos de instalarse en la siguiente fase del Mundial, por primera vez tras la ruptura de la Unión Soviética. CHH