ENTREVISTAS

30k al día: La mujer detrás de la deportista desconocida de Chicureo

Hace casi un año llegó a vivir al sector y se enamoró de la cuesta de Juan Pablo II.

Fotos: Chicureo Hoy

Hace algunos meses una gran incógnita surgió entre los vecinos de Chicureo que recorren Juan Pablo II, ya que notaron a una mujer que recorría la cuesta trotando todos los días y en largos tramos.

Muy temprano en la mañana y hasta el mediodía, Liliana Gajardo que cumple 64 años en octubre, vecina del condominio La Fuente de Chicureo, comienza su día trotando 24 kilómetros de la cuesta Juan Pablo II y cierra su jornada con otros seis kilómetros caminando en la tarde.

¿De dónde nacen estas ganas de correr?

Es un desafío personal, nada más. Me encanta correr, caminar y lo hago porque me gusta. Todas las mañana me planteo ese desafío de subir Juan Pablo II y lograrlo.

¿Cuántos kilómetros?

En un día normal hago 24 kilómetros y en la tarde hago 6 kilómetros más, pero caminando para relajarme. Son 30 kilómetros diarios, ese es mi máximo desafío. Esto lo hago hace unos 20 años.

¿Ha competido alguna vez?

No. La verdad es que fui a algún maratón de Santiago, pero no lo hago por competir. Me estresa competir, porque tengo mi ritmo. Yo no soy rápida, pero tengo resistencia, entonces troto a mi ritmo.

Tampoco me gusta trotar acompañada, me estresa, me siento presionada. En cambio, así solita troto lo que tengo que hacer y listo.

Liliana, quien era profesora de educación básica titulada de la Universidad de Chile, desde que llegó a Chicureo en el mes de noviembre, comenzó a ser reconocida por los vecinos por su particular trote.

Además, confesó que tenía temor de las trotar por la cuesta de Juan Pablo II, pero ahora se enamoró del sector y del lugar donde realiza su ejercicio todos los días, exceptuando aquellos en los que hay niebla, los cuales contra su voluntad prefiere quedarse en casa.

¿No tiene un cierto temor por lo peligroso de la vía?

En un principio sí. Me tocaban mucho la bocina, pero ahora la gente me conoce y me respeta, los ciclistas y automovilistas incluso me saludan, me graban, ya me hice conocida.

Es super peligroso, pero cuando yo vivía en Talagante, subía Mallarauco que también es como esta cuesta.

Foto: Chicureo Hoy / Liliana Gajardo

¿En Talagante le pasaba lo mismo?

Sí, allá en Talagante también me sacaban fotos, me grababan, porque Mallarauco es una pared, es como Juan Pablo II pero un poquito más corta. Es heavy subirla también.

Acá decía ‘me voy a Chicureo ¿qué subo?’, busqué, indagué, caminé, andaba en auto hasta que encontré Juan Pablo II y te juro que la amo, me encanta subirla.

Cuando termino es un logro personal, me siento tan bien de haberlo logrado y eso es todos los días, ya tengo mi rutina, o sea, si yo no entreno un día me siento mal, ando mal todo el día.

¿Qué le dice su familia?

Mis hijos y mi marido se preocupan, por lo peligroso que es la cuesta de Juan Pablo II, pero me dicen que haga lo que me guste, pero con cuidado. Cuando hay niebla no lo subo, me da lata, pero me da miedo. Ellos me animan a hacerlo.

¿Hay algún hijo o nieto que la acompañe?

No, nadie. Todos mis hijos hacen deporte, entrenan en gimnasios o entrenan en la casa, en bicicleta, mi marido también entrena, todos entrenamos, pero así tan loca como yo, nadie.

¿Qué le diría a los vecinos de Chicureo?

Me siento feliz en este pueblo, es maravilloso, amo la cuesta y me quiero quedar en Chicureo. Amo Chicureo. Yo estoy sorprendida, porque encuentro que en Chicureo hay mucha vida deportiva, sobre todo los fines de semana y yo admiro a las personas que salen con sus hijos.

Sin duda, una mujer que no se detiene en su objetivo diario, incluso para esta entrevista tan solo dejó de trotar unos minutos para hablar con Chicureo Hoy y luego proseguir rumbo a conseguir sus 30k.

CHH

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