Nicolás Pavez es un nombre conocido dentro de la política local. Quien fuera concejal de la comuna de Colina y gobernador de la Provincia de Chacabuco en el primer mandato de la expresidenta Michelle Bachelet, hoy manifestó sus intenciones de ser el nuevo candidato que entra en carrera por la alcaldía de Colina.
Hace una década se retiró del mundo político, «decepcionado». A pesar de aquello, siguió vinculado a lo público, a lo social y como dirigente deportivo. Pavez, de profesión abogado, ha vivido 40 de sus 44 años en Colina y actualmente decidió volver a la política local, esta vez desde el sillón principal del concejo.
¿Por qué decide regresar a la política local con esta candidatura a alcalde?
Vuelvo a la política local con la sensación de que las cosas no están bien. No se han hecho bien, hay un estancamiento largo, tengo un mal diagnóstico de lo que pasa en la comuna y después de 10 años fuera, uno vuelve a pensar “en qué puedo aportar a la comuna”.
Siento que la alcaldía, desde mi experiencia en otros cargos, es el lugar en que más puedo aportar. Es un espacio en el que se puede realmente transformar el día a día de la gente.
¿Cómo ve el cambio de la administración de Mario Olavarría a Isabel Valenzuela?
Yo fui concejal de Colina el 2004, hace 20 años. Fui bien fiscalizador y crítico. Pero sí hay algo que hay que reconocer con el paso de los años: la comuna se pegó un salto entre el 2000 y 2020. Yo creo que hay que reconocer la gestión de Mario Olavarría, que hizo bastantes cosas buenas. Y más allá de mi opinión, porque yo fui opositor de él, uno puede enumerar obras, como el Cesfam o el Parque San Miguel, y eso se detuvo tres años atrás, y se nota.
Yo no quiero hacer una campaña confrontacional, no quiero pelear con nadie, pero me gustaría que la gente se preguntara ¿Qué ha pasado en la comuna en los últimos 3 o 4 años? ¿Dónde están los proyectos prometidos? ¿Dónde están las cosas que uno entiende que son urgentes? Yo veo que no hay gestión con los gobiernos regionales, ¿qué es lo que se está construyendo o inaugurando?, ¿que está en carpeta? Por ejemplo, los arreglos en el Parque Claudio Arrau, me parecen buenísimos, pero eso lo estábamos debatiendo hace 15 años.
Yo creo que en octubre la gente va a tener que evaluar a la alcaldesa, que va a la reelección, y luego ver cuál es la alternativa.
¿Sientes que Olavarría tiene una oportunidad para volver a ser alcalde en Colina?
Así como reconocí los avances en la comuna en 20 años, lo digo muy de corazón, no me parecería bueno que una persona que estuvo 20 años en un puesto vuelva. Por algo hemos puesto límite a las reelecciones, yo creo que una persona no debería estar en un cargo, como dice la ley, más de tres periodos. Yo creo que la comuna requiere nuevos liderazgos. Para no graficarlo todo en Isabel Valenzuela, por ejemplo, al hablar de congestión vial, los problemas no son sólo de este periodo, son de los últimos 10 años, lo que también involucra al exalcalde. No nos hemos hecho cargo de ese tema, se ha administrado de muy mala manera la planificación urbana, basta con ver la Rotonda de Piedra Roja en Chicureo, y eso no es sólo responsabilidad de Isabel Valenzuela, hay un mal modelo de gestión inmobiliaria y de gestión urbana. Otro ejemplo es Av. Chicureo, (y esto está en las actas de 2004, de 2008, donde yo hablo del tema), donde hace 20 años venimos discutiendo que había que ensancharla, alguien tiene que decir “¿Qué ha pasado acá? ¿Por qué se siguen construyendo casas, edificios?”. O en el caso de Colina centro, en la Avenida Concepcion con San Martín, o con calle Aconcagua. En los horarios punta, abiertamente los tiempos se triplican en todo el centro de la comuna. A pesar de reconocer lo que hizo Olavarría en su momento, no creo que la solución esté ahí, creo que parte importante de los problemas de la comuna van más allá de Isabel.
¿Cuáles serían los puntos principales de su programa?
Lo primero es saber qué es lo que un alcalde puede y no puede hacer. Dentro de las atribuciones que tiene un municipio, me parece que la seguridad ciudadana es una prioridad, entendiendo que el tema de fondo pasa por el Estado, Fiscalía y los Tribunales, desde mi experiencia penal, creo que si hay cosas que se pueden hacer y que aún no se han implementado, estando presente en comunas vecinas como la de Lo Barnechea.
El segundo lugar, tiene que ver con la calidad de vida, vialidad, congestión, con cómo se planifica la comuna. Como esta es una comuna que crece a pasos gigantes es prioridad hacernos cargo de eso, la gente no se puede demorar dos horas en ir al trabajo, y ahí se desmenuzan otros temas, como el transporte público. Junto a esto está tambien el tema de los campamentos. Yo no tengo dobles lecturas con los campamentos. Comencé mi trabajo social el año 1996 en Colina en los campamentos Comaico y La Rivera. Pero el drama de vivir en un lugar sin agua potable, sin alcantarillado, colgado de la luz, no tiene dos lecturas. Los campamentos deben ser erradicados. Y que no se mal entienda. Hablar de “erradicar” puede molestar a un sector de la sociedad, pero cuando tengamos un incendio y mueran 100 personas en un campamento se preguntarán quién permitió que vivieran en esas condiciones. Hoy tenemos campamentos donde no es posible el ingreso de la policía, de una ambulancia, y mucho menos de un carro de bomberos. Falta mano dura cuando se genera un campamento. En ese momento falta presencia del Estado en su conjunto. No puedes permitirlo.
¿Cuenta con el apoyo para su candidatura?
Uno es oficialmente candidato cuando estás inscrito, pero ya como precandidato tengo conversaciones de apoyo de los partidos políticos de oposición. Al momento no ha surgido otra candidatura. Si bien hay cierto consenso respecto de mi nombre, debemos esperar el proceso natural y los plazos legales para la inscripción, pero mis ganas de ser alcalde de la comuna tienen que ver con el 99% de chilenos que no pertenece a ningún partido político, y ese es el lugar al cual espero llegar.
Actualmente milito en Convergencia Social, ingrese convencido que las cosas podían ser distintas. Pero tengo una larga historia política en mi vida. Trabajando con el diputado Zarko Luksic en su momento, o con Sebastian Sichel. Historia de la cual me siento orgulloso por todo lo aprendido. Por eso creo que una campaña de alcalde no pasa por ahí, sino porque la gente diga “esta persona es de la comuna, la conoce y estas son sus propuestas”. Porque puede llegar un genio, pero si no conoce el territorio no sirve, como tampoco sirve alguien que prometa el cielo. Los años nos han enseñado que la realidad es distinta.
¿Ve como una oportunidad para usted que el voto sea obligatorio?
Sí, yo creo que si. Pienso que el voto obligatorio cambia el escenario hoy. Por ejemplo, hablamos de una alcaldesa que en la elección de 2021 ganó con 11 mil votos de la comuna. Hoy votan 104 mil. La alcaldesa, al igual que muchos otros alcaldes de Chile, dirige la comuna con un 10% o 12% de los electores que en esta elección tiene voto obligatorio. Eso hace cambiar absolutamente el escenario, no asegura nada, pero estamos posicionados desde otro lugar.
Yo creo que hoy nadie podría decir que en Colina, en una elección municipal, la gente tiende a votar a la izquierda o a la derecha. En los votantes que tienen menos de 35 años hay un mundo por llegar, de Colina centro, Esmeralda y Chicureo. No sabemos cómo se va a comportar ese universo más allá del cálculo electoral. Creo que se abre una ventana para hacerle propuestas a la comuna, que no tienen que ver ni con izquierda ni derecha, sino con propuestas muy concretas sobre qué es lo que la comuna necesita. Y es ahí donde creo que tenemos opciones de ganar las elecciones.
En Colina hay un universo electoral de 60 mil personas que nunca ha votado en una elección municipal, principalmente sub 35 o 40, y creo que ahí hay una oportunidad.