Cada vez más personas están viendo la necesidad de cultivar sus propios alimentos para garantizar su origen sano y natural. Parte de esto se debe a la información y estudios que evidencian que una gran cantidad de pesticidas químicos son utilizados habitualmente en la agricultura convencional, lo que provoca que aparezcan sustancias en los alimentos que consumimos a diario.
Asimismo, diferentes estudios han demostrado la relación existente entre los pesticidas y ciertas patologías como el cáncer, las alergias y el asma.
Es por esta razón que Chicureo Hoy te invita a cultivar tus propios alimentos para retornar a los sabores, texturas y aromas originales. En este sentido, un alimento cultivado y recolectado se convierte en un producto no sólo de toda confianza, sino también más fresco y saludable. Y a esto se suma la satisfacción de haberlo cultivado y cosechado uno mismo.
1.Escoge un lugar soleado y con buena circulación de aire
Lo ideal es que busques un rincón que tenga más exposición al sol y donde no circulen muchas personas y/o mascotas. Le puedes poner un pequeño cerco para marcar su territorio y evitar las pisadas.
2.Macetas con huecos y altura
Una vez que ya has elegido el lugar “perfecto” busca los recipientes en los que vas a plantar. Es importante evitar los potes sin agujeros; tus plantas necesitan que corra el agua. También es importante una buena profundidad para que las raíces puedan crecer. Con recipientes entre 7 y 15 centímetros de profundidad se puede plantar casi todo, debido a que las raíces no necesitan mucho espacio si tienen suficiente agua, aire y nutrientes.
3.Piensa en la tierra
Elegir la tierra no debe ser algo que se tome a la ligera debido que aquí están todos los nutrientes. Se recomienda combinar varios tipos de abonos o sustratos, debido a que cada uno tiene características particulares. La tierra debe recrear las condiciones del ecosistema original de la planta. Además, debe ser esponjosa para que permita la entrada de oxígeno y así mantener una buena humedad.
4.Elige distintos tipos de almácigos
Para formar un espacio biodiverso y colorido, lo ideal es mezclar variedades de vegetales: tomate, zanahoria, romero, albahaca, menta, acelga, achicoria, ajo, pimentón, entre otros. A la hora de sembrar los brotes, es importante no estropear las raíces, por lo que se aconseja hacer un agujero lo suficientemente grande, para luego presionar ligeramente el sustrato alrededor de la planta para posteriormente regar.
5.Riega con agua limpia
El horario clave es a la mañana temprano y a la tarde cuando baja el sol. Nunca riegas cuando el sol esté calentando. Sin embargo, no todas las plantas requieren de la misma cantidad de agua ni se las puede regar de la misma forma.
6.Combina especias hortícolas con otras aromáticas y medicinales
La plantación conjunta de distintos cultivos tiene el propósito de que estos se ayuden entre sí en la captación de nutrientes, el control de plagas y la polinización. En Chicureo Hoy, aconsejamos incluir una combinación de lavanda, romero, salvia y albahaca dentro de tu huerto.
7. Rota los cultivos
Alterna los cultivos que tengan tipos de vegetación y necesidades nutritivas diferentes. Las raíces de las diversas plantas podrán explorar todas las capas de la tierra y usar en proporciones equilibradas todos los elementos que contienen.
8.Permite la presencia de especies benéficas
Las lombrices, ciempiés y mariquitas realizan un control biológico de las plagas limitando su reproducción o desarrollo, sin la intervención humana ni productos de laboratorios.
¿Cuáles son los los vegetales más fáciles de cultivar? En Chicureo Hoy te dejamos una selección para que comiences a crear tu huerto orgánico.
Tomates: Es uno de los alimentos más fáciles de cultivar. Sus ventajas para la salud radican en las altas cantidades de nutrientes como potasio, fósforo, así como antioxidantes y vitaminas A,C y E. Es importante plantarla profundamente, ya que desarrolla raíces largas y abundantes. Los expertos aconsejan cultivar la planta en un lugar con luz abundante y regarla en pequeñas cantidades, un par de veces por semana.
Zanahorias: En este caso lo más importante es mantener la humedad de la tierra. Las zanahorias son ricas en vitaminas A, antioxidantes y fibra dietética. Si este vegetal se come cruda fortalece los dientes y las encías. También combate el estreñimiento y vigoriza las mentes cansadas. Pueden sembrarse a lo largo de todo el año y crecen sin gran dificultad.
Pimentones: Para cultivarlos necesitas disponer de un terreno soleado, plantando las semillas a una distancia entre planta y planta de entre 40 y 5o centímetros y manteniendo un riego constante. Los pimentones verdes, rojos y amarillos contienen nutrientes como el folato, tiamina y manganeso, y son ricos en fibra y en vitaminas C y B6.
Espinacas: Se pueden cultivar en pequeños huertos, separadas por unos 30 centímetros de distancia entre sí. Es preferible plantar en suelos ricos y húmedos, aunque puede crecer en cualquier tipo de suelo, siempre que éste tenga suficiente materia orgánica. Necesita poco calor y sol. Es un alimento aconsejable por su alto nivel nutritivo, tiene beneficios neurológicos y ayuda a regular la presión arterial y a mejorar el metabolismo. CH H.
