Cada día son más las personas que han optado llevar una dieta en base a plantas, dejando de lado tanto las carnes como los productos derivados de los animales, como lácteos y huevos. Este tipo de alimentación no solo es beneficiosa para la salud, además constituye un aporte para el cuidado del medioambiente.
La jefa de Cambio de Alimentación de la Fundación Vegetarianos Hoy, Kerstin Reichmann, conversó con Chicureo Hoy sobre el impacto ambiental que genera consumir animales. “Un kilo de carne de vaca tiene una huella hídrica de más de 12 mil litros de agua, muy superior a las alternativas provenientes de legumbres, cereales, granos, etc”.
Explica que el concepto de huella hídrica hace referencia a toda el agua que es utilizada en el proceso de un producto, en este caso desde la cantidad de agua que se utiliza para producir los alimentos para los animales, hasta el agua que consume el mismo animal antes de ser faenado para el consumo humano.
También influye en la emanación de gases de carbono y de metano, ya que “son los productos de origen animal los que mayor impacto tienen en las emanaciones de CO2 en la atmósfera”. A esto se suma el uso de tierra, porque la crianza de animales utiliza mayor espacio que el ocupado por productos de origen vegetal.
En cuanto a los beneficios para la salud, Reichmann destaca que una dieta en base a plantas es alta en fibra y baja en colesterol, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
“Una alimentación en base a plantas no es deficiente si se lleva de manera equilibrada y balanceada, y los productos de origen animal son sólo unos pocos dentro de todas las alternativas que tenemos, como vegetales, cereales, leguminosa, frutos secos, y una variedad de alimentos que al consumirlos de manera balanceada nos nutren correctamente”, añadió.
Ser vegano no tiene por qué ser aburrido o difícil, hay muchas recetas deliciosas y sencillas de preparar, para que este 18 puedas disfrutar sin consumir animales:
Parrillada de verduras
Ingredientes:
- 1 zapallo italiano
- 1 berenjena
- 1 tomate
- cebollines
- 1 trozo de zapallo camote
- pimentón rojo y/o verde
- 1 cdta. de salsa de soya
- jugo de limón
- 1 cda. de aceite de oliva
- sal de mar gruesa a gusto
- especias a gusto como romero y albahaca.
Preparación
Aliñar todas las verduras laminadas con jugo de limón y las especias.
Ponerlas en la parrilla a fuego medio. Dorar por ambos lados, aliñar nuevamente y cocinar por 20 minutos.
Seitán en casa
Ingredientes:
- 2 tazas de harina de gluten
- 1 taza de pan rallado
- 1 1/3 tazas de agua
- ½ taza de salsa de soya
- especias a gusto como ajo en polvo, pimienta, ají de color
- gasa y cordel para darle forma.
Preparación:
Mezclar en un bol la harina de gluten, pan rallado y especias hasta que quede uniforme. En otro recipiente mezclar el agua y la salsa de soya. Luego, juntar ambas y revolver hasta que quede una mezcla homogénea sin partes secas ni muy húmedas. Es recomendable amasar con las manos por unos minutos, hasta que quede una masa húmeda y un poco pegajosa.
Cortar en trozos de aproximadamente 250 a 300 gramos para luego envolver cada trozo en dos capas delgadas de gasa y asegurar con un cordel delgado haciendo nudos en ambos extremos, para darle forma a los rollos de seitán.
Hervir agua en una olla grande y echar a cocer uno o dos rollos a la vez para tener una buena cocción. Los rollos se hundirán inicialmente, pero luego comenzarán a flotar una vez que el agua retome su hervor. Deben quedar siempre tapados de agua hirviendo.
En cuanto a la cocción, mientras pase más tiempo su textura será más firme y dura. Al cocinarlo durante 1 hora y media el resultado será un seitán firme pero no duro, fácil de cortar con cuchillo o los dientes, ideal para comer como sándwich.
Una vez terminada la cocción y apagado el fuego se debe sacar la gasa lo antes posible, ya que mientras más pase el tiempo, más se pegara al seitán y luego costará mucho sacarla. Manipular los rollitos con cubiertos y un paño para evitar quemarse.
Dejar reposar idealmente de un día para otro para que se enfríe. Una vez que esté frío se puede cortar en rodajas o cubos a gusto. Se puede comer de esa forma o salteándolo en un sartén con un poco de aceite hasta que se dore. CHH