Lavarse las manos, usar el codo para toser o estornudar, limpiar las superficies y mantener un aislamiento social no sólo son medidas para enfrentar el Coronavirus, sino también a las enfermedades propias de la temporada ¿Por qué? Porque el frío provoca ciertas condiciones ambientales que facilitan la sobrevida y la propagación de ellos, los que pueden empeorar en lugares cerrados y con poca ventilación.
Con la ayuda de la doctora Vivian Ávalos, pediatra broncopulmonar del Centro Médico de Chicureo de Clínica Las Condes, conoceremos cómo reconocer estos virus:
Coronavirus
Es una enfermedad viral nueva que puede ser asintomática. Sin embargo, en algunos casos puede provocar infección respiratoria aguda grave, con consecuencias fatales.
Las estimaciones del período de incubación varían de 2 a 14 días, con síntomas como fiebre, tos seca, mialgia, dolor de cabeza y dificultad respiratoria, aunque también se puede presentar con pérdida de gusto u olfato y síntomas digestivos como diarrea y vómitos.
Es un virus altamente contagioso y de rápida propagación, por lo que se recomienda cuidar a los adultos mayores y a quienes padecen enfermedades crónicas.
Algunas de las medidas de prevención son lavarse las manos con agua y jabón de manera regular, usar alcohol gel, mantener distancia de las demás personas, usar mascarilla al salir de casa y evitar tocarse los ojos, nariz y boca.
Adenovirus
Afecta principalmente a los menores de 15 años y, algunas veces, es asintomático, aunque puede producir fiebre, amigdalitis, conjuntivitis, tos, secreción nasal, además de diarrea.
En lactantes puede causar bronquitis obstructiva y/o neumonía. Al igual que los otros virus, es muy contagioso. Se transmite por gotitas de saliva, secreción nasal o por contacto con objetos contaminados.
Influenza
Es un virus de comportamiento anual y estacional, que puede producir enfermedad respiratoria agua, a veces grave.
Se caracteriza por un inicio súbito, con síntomas como fiebre, dolor de cuerpo y de cabeza. Se diferencia con el resfrío común porque sus síntomas son más intensos y la fiebre es alta.
Por lo general, la enfermedad mejora sola, pero puede haber complicaciones graves, por eso es importante la vacunación temprana en pacientes de riesgo como adultos mayores, embarazadas y niños menores de 10 años.
Rinovirus
Es el virus más frecuente y el causante de lo que se conoce como resfrío común. Se presenta con fiebre baja, secreción nasal líquida, tos irritativa y dolor de garganta, síntomas que luego de dos a tres días tienden a desaparecer. Sin embargo, en pacientes asmáticos podría descompensarlos, provocando una crisis obstructiva.
Virus respiratorio sincicial (VRS)
Es una de las primeras causas de infección respiratoria aguda baja, propias del otoño e invierno. La población más susceptible a contagiarse corresponde a los menores de 2 años, los adultos mayores o personas inmunodeprimidas.
Se inicia como cualquier cuadro viral con mocos y tos. Puede o no tener fiebre, pero lo característico es que la tos empeora progresivamente provocando frecuentemente bronquitis obstructiva y/o neumonía.
El contagio se produce a través del contacto físico y mediante las partículas que se esparcen en el aire, por lo que es importante el lavado de manos frecuente y la desinfección de los objetos que pudieran estar contaminados, como juguetes. CHH