El Instituto de Salud Pública alertó sobre el abuso de fármacos en estudiantes para mejorar su rendimiento y concentración, ya que podrían generar adicción y severos problemas de salud. A ellos se suman las llamadas “bebidas energéticas”, muchas veces utilizadas con el mismo fin, las que consumidas en exceso conllevan importantes riesgos debido a su alta concentración de cafeína y otros químicos.
Si bien las bebidas energéticas, en un principio fueron destinadas a suplir la energía que perdían las personas tras largas jornadas deportivas, hoy su uso se ha diversificado. Muchos las utilizan para mantenerse despiertos y activos durante las fiestas, para aplacar los efectos de una salida nocturna, para estar más atentos en clases y hasta para preparar un examen o una importante presentación en el trabajo.
Aunque hoy en día el usuario determina para qué fin consumirá este producto, el código sanitario chileno considera a las bebidas energéticas como ‘alimentos para deportistas’. Para Stefanie Chalmers, docente de Nutrición y Diética de la Universidad del Pacífico, “esta amplia denominación puede generar confusiones en el consumidor, ya que en las publicidades la bebida pretende ser útil en una variedad de situaciones, incluso en aquéllas en que su uso puede generar efectos adversos”, advierte la nutricionista.
En este sentido, la especialista aclara que es importante entender las diferencias entre las bebidas energéticas y las deportivas. “Las bebidas energéticas (con elevado contenido de cafeína) y las bebidas mundialmente reconocidas como ‘bebidas deportivas o isotónicas’ (con sales minerales y glucosa que favorecen la hidratación) no son lo mismo. Es un riesgo confundirlas, ya que el consumo de cafeína, a pesar de generar un efecto positivo en algunas disciplinas deportivas y bajo condiciones bien específicas, tiene un efecto diurético que contribuye a la deshidratación, consecuencia indeseada en un deportista”, asegura la docente.
Sin embargo, ya no son sólo los jóvenes deportistas o fiesteros los que utilizan las bebidas energéticas para sus actividades, sino que también los trabajadores acostumbran a tomar algunas latas para aumentar su atención y actividad en el trabajo. ¿Es realmente la solución para sobrellevar una extenuante jornada laboral?
“El cansancio excesivo suele darse por, valga la redundancia, exceso de trabajo, horas insuficientes de sueño o déficit nutritivos que se dan por sustituir la alimentación balanceada por consumo de snacks y comida rápida, etc. Por lo tanto, la solución se encuentra en corregir estas causas de base y no en ofrecer al organismo una sobredosis de elementos compensatorios como la cafeína, que inevitablemente imponen un riesgo adicional a la salud”, aclara la docente de la Universidad del Pacífico.